El café que cultivan los hermanos Fabricio y Ramiro Coronel Pilco ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales. Ellos ganaron un torneo de baristas en Italia con su café arábigo y, en octubre pasado, triunfaron en el certamen Taza Dorada Arábiga, organizado por la Asociación de Exportadores de Café (Anecafé).

Su proyecto empezó en el 2015, cuando ambos ya estaban graduados de ingenieros agrónomos en la Escuela Agrícola Panamericana (Zamorano) de Honduras. Quisieron trabajar en la hacienda familiar La Florida, ubicada en el cantón lojano de Sozoranga. “Lo hicimos porque nuestros padres nos inculcaron el amor por la naturaleza y que seamos emprendedores”, cuenta Fabricio Coronel. Al inicio efectuaron un estudio de suelos en la propiedad, que tiene 120 hectáreas.

Su intención fue identificar cuáles eran las mejores áreas para la producción. Los espacios más fértiles se destinaron a los cultivos de ciclo corto y frutales, y el resto a la crianza de animales como cerdos, tilapia y pollos. También, incursionaron en la producción de panela y la siembra de café. “La intención es usar todo lo que producimos para reducir la dependencia de proveedores”, dice Fabricio Coronel. De las 120 hectáreas (ha), 87 están destinadas a la conservación del bosque seco tropical primario.

Siete son para el cultivo de café y el resto, para los otros proyectos agrícolas en la propiedad. Iniciaron con actividades que permiten obtener recursos en el corto plazo como la crianza de animales y que ese dinero ayude a capitalizar a la empresa para mantener el cultivo del café. “Hay que considerar que con este se tiene resultados en el largo plazo”. En el 2015 iniciaron el cultivo de café de la variedad Catucaí, que la entregó el Ministerio de Agricultura. Es una mezcla entre robusta (produce al nivel del mar y Amazonía) y arábigo (montañas).

FUENTE: LOS LIDERES (EC)