La NBA se planta y paraliza los ‘playoffs’ por la brutalidad policial y el racismo

El caso de Jacob Blake, en el hospital tras ser disparado en siete ocasiones por un policía, ha provocado un boicot de los Milwaukee Bucks y la posterior suspensión indefinida de la jornada

Los problemas de abusos raciales que asolan Estados Unidos han reventado la burbuja de la NBA. Los Milwaukee Bucks cumplieron los rumores de las últimas 24 horas decidiendo no presentarse en el quinto partido de primera ronda de ‘playoffs’ frente a los Orlando Magic. Los jugadores y cuerpo técnico, apoyados por la franquicia, boicotearon la serie que están ganando 3-1 en señal de protesta por el tiroteo de Wisconsin del pasado lunes. En dicho incidente, un oficial de policía disparó hasta en siete ocasiones, por la espalda y a quemarropa, a Jacob Blake, un joven afroamericano que se encuentra en el hospital, paralizado de cintura para abajo, aunque no se sabe si será una secuela definitiva.

Los Bucks, equipo de Milwaukee, ciudad más grande de Wisconsin, han mantenido la duda hasta instantes previos al partido. Este tenía que empezar a las 22:00 hora española, y el equipo dirigido por Mike Budenholzer incluso llegó a confirmar su quinteto titular. Pero a pocos minutos de comenzar el juego, solo los Magic se encontraban en la pista realizando ejercicios de calentamiento. Conscientes de lo que estaba sucediendo, Orlando aceptó la decisión de su rival, retirándose también del partido.

Esta es solo la primera de las consecuencias de la brutalidad policial contra la comunidad negra que en los últimos meses se ha acrecentado a nivel mediático. El caso de George Floyd, hombre negro que falleció asfixiado después de que un policía estuviera más de ocho minutos con la rodilla en su cuello, movilizó a las estrellas de la NBA, que salieron a la calle en las protestas que se llevaron a cabo en distintas ciudades de Estados Unidos. A pesar de existir voces discrepantes, los jugadores aceptaron regresar a la competición en la burbuja, pero tras el tiroteo de Wisconsin han dicho basta.

Adrian Wojnarowski, periodista estadounidense especializado en la NBA, fue quien confirmó las intenciones de los Bucks a falta de 45 minutos para el partido. Los jugadores decidieron quedarse dentro del vestuario, al igual que el cuerpo técnico, mientras algunos directivos de la NBA trataban de gestionar esta crisis. Según confirma ESPN, los árbitros del quinto partido tuvieron que entrar en el vestuario para recibir la información de primera mano por parte de la plantilla de los Milwaukee Bucks.

Jugadores, y el propio Budenholzer, mostraron su indignación nada más conocerse el tiroteo de Wisconsin días antes del partido. «Blake estará en la mente de jugadores, técnicos y directivos. Tenemos un partido muy importante para nosotros, pero lo sucedido es mucho más importante que cualquier partido o entrenamiento en Orlando», fueron las palabras del técnico, en una clara alusión a la posibilidad de un boicot. “Otro joven negro disparado por un policía”, insistió el técnico.

El boicot puede ir a más
Los Angeles Lakers disputaba esa misma noche, a las tres de la mañana, su quinto partido frente a los Portland Blazers. Según Wojnarowski, el equipo liderado por LeBron James pensaba secundar la decisión de los Bucks y tampoco presentarse al partido. Houston Rockets es otra franquicia que estaba comenzando a pensarse continuar los ‘playoffs’. Ante estas informaciones, la NBA decidió, junto a la WNBA, posponer todos los quintos partidos de esta jornada, sin especificar nuevos horarios. Las últimas informaciones ponen en duda que se celebren los partidos de la madrugada del jueves (horario español). Hay jugadores dispuestos a abandonar de manera drástica la burbuja de Orlando. No se puede descartar una suspensión definitiva de la temporada 2019/20.

La WNBA también demostró su condena al tiroteo de Wisconsin y los abusos raciales perpetrados por policías en los últimos meses. Integrantes de los Washington Mystics mostraron su apoyo a Jason Blake con camisetas en las que se iban viendo las letras que forman su nombre. Por detrás, siete agujeros pintados representando las siete balas que impactaron en la espalda del afroamericano.

FUENTE: DIARIO EL CONFIDENCIAL (ES)

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