Cientos de funcionarios públicos se reintegraron a sus actividades, de forma presencial, la mañana de este lunes 29 de junio del 2020 en la Plataforma Gubernamental norte ubicada en la avenida Amazonas y Unión Nacional de Periodistas.
Para la reactivación de las operaciones se cumplieron las disposiciones del COE nacional y del Ministerio de Trabajo, en función del Acuerdo Ministerial número MDT-2020-094, referente a las directrices para el retorno al trabajo presencial del Servicio Público. Los funcionarios que formen parte de algún grupo de atención prioritaria deberán continuar con la modalidad de teletrabajo.
Asimismo, se deberá tener en cuenta el aforo establecido por las autoridades y cumplir con las demás disposiciones del documento. Agustín Albán, presidente del Comité de Operaciones de Emergencia de Pichincha, indicó la semana anterior que solo una parte del universo de servidores públicos de Quito retorna a sus actividades hoy.
Agregó que se tiene previsto una jornada diferenciada, de máximo seis horas, que evite aglomeraciones y precautele la salud de todos los ciudadanos. Antes de la pandemia, la cantidad de funcionarios presentes en la plataforma gubernamental del norte era de unas 4 000 personas; mientras tanto, que la del sur congregaba un estimado de 2 900.
Desde las 07:15, los funcionarios públicos ingresaban de a poco a cada una de las dependencias públicas. Personal de limpieza se dedicaba a limpiar las ventanas y trapear pisos mientras otros servidores se subían en los ascensores apresuradamente.
En las afueras del edificio, usuarios del Biess y SRI esperaban haciendo fila. Entre ellos había impaciencia; se quejaban de que la atención era lenta. Dos guardias cuidaban la puerta e instalaron una carpa.
“Debe haber más controles para los funcionarios. Nos deberían exigir pruebas de covid-19 y no es así, en los accesos no nos toman la temperatura, únicamente se han instalado bandejas para desinfectar los zapatos”, manifestó una funcionaria de BanEcuador.
Un servidor del Banco Central se quejó de lo mismo. “Vuelvo a la oficina luego de tres meses. Los controles en los accesos del edificio deben mejorar. La gente que se encontraba en las afueras del edificio pidió que se coloque señalización que marque los distanciamientos. Algunos se protestaron porque la atención es lenta.
En las instalaciones del Biess se colocaron cintas amarillas de seguridad en las sillas para respetar los dos metros de distanciamiento. Lo mismo ocurrió en otras dependencias públicas.
Fuente: Diario El Comercio.