Exportaciones de balsa ecuatoriana marcan récord por demanda de proyectos eólicos en China

China está demandando más balsa ecuatoriana para la construcción de proyectos de energía eólica. En la construcción de las aspas para los aerogeneradores se está usando la balsa como uno de los componentes.

La demanda generada en ese mercado y la reputación que tiene la balsa nacional han hecho que los pedidos se disparen, a tal punto que las exportaciones del sector marcarán un récord este 2020. En el primer semestre de este año ya se superó el pico de todos los envíos del 2019, que fueron de $219 millones.

Datos de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera (AIMA) refieren que hasta junio las exportaciones de balsa superaban los $225,78 millones. El mercado asiático, en el que China es el principal comprador, representa el 78 % de esas exportaciones. Luego están Europa y Estados Unidos.

El gremio calcula que si la tendencia se mantiene se podría superar los $400 millones al cierre de este año.

Ramón del Pino, gerente de Plantabal, una de las principales firmas del sector, explica que en este año, pese a la pandemia del COVID-19, las exportaciones de balsa han tenido un “sostenido y fuerte aumento”, empujado principalmente por la demanda en los proyectos de generación de energía eólica.

China en los últimos años comenzó a incentivar este tipo de generación de energía renovable y concedió estímulos para el desarrollo: permite el ingreso de balsa sin pagar arancel.

El empresario señala que esta fuerte demanda está asociada a que a finales de este año se acaba el subsidio del Gobierno chino para la generación de energía eólica y proveedores de la industria han apurado los proyectos para obtener ese beneficio.

Actualmente Ecuador es el primer exportador de balsa del mundo al captar el 90 % del mercado.

Este buen momento ha permitido que la balsa sea el tercer producto de exportación en el mercado chino después del camarón y banano, que este año han tenido complicaciones por la contracción del consumo y los controles.

Christian Riofrío, director ejecutivo de AIMA, señala que una parte de la balsa se cultiva y otra proviene de los bosques naturales. Él estima que hay unas 15 000 hectáreas plantadas de esta especie, que suele crecer en promedio cuatro años, dependiendo de las condiciones climáticas.

Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí y Esmeraldas son las provincias que cultivan balsa.

En Ecuador, las principales empresas que realizan el producto terminado y listo para uso en el sector de energía, aviación, uso marino, transporte y revestimiento son 3 A Composites (Plantabal), Gurit Balsa, Diab Composites, Balsasud y Sino Composites.

Pascual del Cioppo, presidente de Balsasud, sostiene que las grandes empresas que vienen operando han cumplido con certificaciones, tienen seguimientos y auditorías para poder estar en el mercado con los paneles flexibles de balsa.

Por ello, una de las inquietudes que han surgido en los últimos meses es la aparición de firmas, creadas con capital chino, para exportar la materia prima, es decir, listones de la madera, sin un valor agregado.

En la industria forestal se cree que deben existir parámetros mínimos de valor agregado para la exportación de productos de balsa.

FUENTE: EL UNIVERSO (EC)

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