Ser un antioxidante y un aporte de fibra dietética son algunos de los motivos por los cuales Oriental Industria Alimenticia escogió al borojó como ingrediente de su nuevo producto.
Se trata del vino D. León, con 14 % de concentración de alcohol, que prevé ingresar al mercado ecuatoriano antes de finalizar el 2021, e inclusive ser exportado a China.
Cuenta con los permisos de producción y están a la espera de obtener los de comercialización.
Yuri León, directora de la Unidad de Alimentos, contó que el proceso de desarrollo del producto duró dos años y fue realizado junto con un enólogo argentino. Y cuatro meses dura el tratamiento de la fruta para convertirla en vino.
“Es el elixir del buen vivir, la ‘fruta de la vida’, como le decimos nosotros, porque el borojó es una fruta considerada con una concentración de antioxidantes enormes (…). El proceso de maduración de la fruta es natural. Y esperamos que madure del árbol para hacer el proceso del vino y la fermentación”, detalla.
La compañía posee mil hectáreas de borojó en su hacienda ubicada en la provincia de Cotopaxi. El producto es envasado en una empresa en Daule, Guayas. Esta fruta es nativa de la Amazonía de América del Sur, dice León.
Están listas diez toneladas de botellas de vino para ser comercializadas, de las cuales, una parte prevé exportarse a China, un mercado que gusta de ese tipo de productos, según León, hija de Wilson León Lee, fundador y presidente ejecutivo de Oriental Industria Alimenticia.
Aún no hay fecha exacta de lanzamiento, porque esperan los permisos de comercialización.
El vino de borojó es una línea de negocio distinta a la tradicional de Oriental, conocida por sus pastas, salsas, aderezos, harinas, té y sopas instantáneas de fideos de nombre Rapidito.
Hace unos días, la compañía cumplió 46 años, y está cerca de ingresar al mercado panameño con su producto Rapidito.
León anticipó que en este mes exportarán al país centroamericano las sopas instantáneas de fideos y también a Perú. Al país sudamericano ya exportan otros productos, pero es la primera vez con Rapidito.
Oriental cuenta con un portafolio de más de cien productos, cuya materia prima proviene de cultivos ecuatorianos. Exportan a más de una docena de países, entre ellos, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Chile, Costa Rica, Uruguay, Bolivia, Italia, Turquía, España y China.
En el 2019 registraron $ 44′161.030 en ventas, y decayó un poco en 2020 a $ 43′892.296.
En el segundo semestre del 2020 invirtieron en máquinas expendedoras de fideos instantáneos y wantán por un monto de $ 2 millones, lo que permitió ingresar de forma más competitiva en mercados internacionales.
En el 2021 adquirió una línea para pasta corta por $ 89.000 y realizó la ampliación de la planta de fideos con una inversión de $ 200.000. Además, efectuaron otra inversión de $ 320.000 para incrementar la flota vehicular y así tener mayor cobertura a nivel nacional.
“Ha sido un largo recorrido. Somos una empresa orgullosamente ecuatoriana, con 700 colaboradores, y llegamos a más de una docena de países. Las sensaciones de pasar los 40 años son de júbilo, alegría. Hemos pasado por tanto… como el terremoto (del 2016); tuvimos la huelga nacional, que paralizó el país en 2019. En 2020, un reto tan fuerte como la pandemia”, relata.
La empresa no paró en pandemia y abrió canales de venta en línea, como Oriental Shop, mediante WhatsApp y otras redes sociales.
“Es un júbilo poder decir que tenemos a nuestros colaboradores sanos, ninguna baja y hemos incrementado en ventas. Hemos logrado nuevos mercados y esta es una celebración, porque seguimos dando trabajo”, indica León.
La compañía posee siete certificaciones de calidad de los productos, como ISO 9001:2015, Orgánica, Kosher y Mucho Mejor Ecuador.
Proyectos de vinculación
Desde noviembre de 2020, Oriental creó MIO (Mujeres Integrales Oriental), un proyecto de vinculación con la sociedad que tiene como finalidad enfocarse en la realidad del estado de vulnerabilidad de mujeres de la provincia de Los Ríos.
Mujeres que enfrentan diversas circunstancias adversas, como abandono de hogar, maltrato intrafamiliar o falta de trabajo, reciben capacitaciones para diseñar y comenzar un micronegocio o emprendimiento.
La compañía espera ser un garante de un capital semilla que impulse la existencia de estos negocios y que se conviertan en una plaza laboral.
Esta iniciativa, que tiene un modelo por fases, se encuentra en la transición de la etapa 1 a la 2, es decir, que pasó del diseño del plan y la creación de las bases del proyecto a la captación y reclutamiento de mujeres que deseen adherirse a MIO. Y desde este mes comienza la convocatoria.
FUENTE: EL UNIVERSO (EC)