El e-commerce, o comercio electrónico en español, es un mecanismo para que emprendedores y pequeños empresarios ofrezcan sus servicios durante el periodo de aislamiento obligatorio y distanciamiento social en el que ha estado inmerso el ecuador por la propagación del covid-19. Esta práctica ya es utilizada por grandes compañías, quienes cuentan con experiencia en este ámbito.
Dadas las circunstancias actuales del país, donde en la mayoría de municipios permanecen las restricciones de circulación como medidas de prevención ante la pandemia, las empresas requieren de modificar sus canales de venta para llegar a su clientela.
Desde el 4 de mayo se autoriza la entrega de productos provenientes de comercio electrónico. El presidente de este gremio en el Ecuador, Leonardo Ottati, sugiere capacitarse para saber cómo ofrecer un servicio de calidad a través del Internet.
La Cámara de Comercio Electrónico del Ecuador está adscrita al Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico en el que se encuentran cursos gratuitos, y también con costo, para los emprendedores. Aprender sobre esta nueva forma de mercado le ayudará a los empresarios en la nueva etapa que atravesará el mundo por la pandemia.
“Empiecen probando desde lo más básico”, recomienda Ottati. Con ello se refiere a que al abrir la atención digital de su local, el propietario debe analizar su capacidad operativa para no colapsar. “Primero recibiré pedidos vía Whatsapp y solo atenderé 10 pedidos por días, luego 15, 20 y paulatinamente voy tecnificándome”, agrega. Además se pueden incluir otras redes o ingresar a plataformas móviles. Es importante aceptar que la demanda puede rebasar al negocio y se debe evitar entregar un mal servicio.
Más de un millón de usuarios asistieron a la feria virtual de comercio electrónico que organizó la Cámara del 1 al 4 de mayo, denominada Cyber Day. Ottati espera que otras empresas se sumen a futuras iniciativas similares en los próximos meses.
La propagación del coronavirus marcó un antes y después en el comercio electrónico porque las personas, a causa de la necesidad, empezaron a usar herramientas tecnológicas para adquirir productos e insumos. Según Ottati, si bien la coyuntura fue un impulso y en 15 días la industria “maduró cinco años”, el e-commerce ya tenía “buena viada”. En 2018, este sector circuló aproximadamente 1.200 millones de dólares y en 2019 un estimado de 1.500 millones. (I)
FUENTE: EL TELEGRAFO