El plátano es uno de los alimentos primordiales de la canasta familiar de los ecuatorianos luego del arroz, sin embargo, este cultivo del que sobreviven cantidad de pequeños productores en el país, no encuentra una estabilidad para tener los rendimientos esperados y poder llegar a sobrepasar los volúmenes de exportación del banano.

La inseguridad, el moko y la falta de capacitación está mermando los rendimientos, bajando su calidad y por ende las exportaciones. Siendo un producto que tiene un gran potencial como generador de divisas y parte de la canasta básica del país.

Para Eduardo Manrique, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Plátano (Asoexpla), la situación actual de la musácea en Ecuador es complicada debido a varios factores. Uno de ellos es la enfermedad del moko, que ha afectado a cerca del 40-50% de las plantas de plátano en la zona de El Carmen donde las autoridades no han hecho mucho por mitigar este problema.

“Además, la demanda de plátano fresco a nivel internacional ha disminuido, lo cual ha afectado al sector platanero ecuatoriano” expresó el directivo.
Argumento que la incidencia de la enfermedad ha hecho que baje la calidad. “Muchos exportadores han dejado de comprar plátano ecuatoriano por temor a que los compradores lo rechacen. Además, se ha observado que los productores no reinvierten en sus plantaciones a pesar de haber obtenido buenos precios en el pasado” afirmó.

Esta problemática ha llevado a incentivar la siembra de plátano en otras áreas del país, como en el guayas, la Península y Santo Domingo de los Tsáchilas. “Se espera que con las nuevas siembras se pueda ir recuperando el sector ya que son siembras semi tecnificadas y tecnificadas, acordémonos que nosotros luchamos con dos monstruos poderosos, la exportación en fresco y el consumo interno que es de 40 kilos per cápita de plátano verde por ecuatoriano, aproximadamente un 70% de la producción nacional se consume. La industria local y de exportación consume mucho, requiere más o menos el 50% de la producción respecto al año pasado” dijo.

Expresó la necesidad urgente de contar con un catastro actualizado de las hectáreas cultivadas, las variedades de plátano y el número de productores y zonas donde hay cultivos. “Se ha solicitado a las autoridades que declaren en emergencia al sector y se trabaje en la mejora de la productividad, Se hizo un mapeo en el 2020 donde había 127.000 hectáreas, pero creo que hay muchas más, debido a la demanda interna y externa,” recalcó.

A pesar de los desafíos, hay países interesados en adquirir el plátano ecuatoriano, lo cual representa una oportunidad de generar divisas. “Es importante que las autoridades reconozcan el potencial que tiene este cultivo y se implementen programas y medidas para impulsar su crecimiento, por lo que pedimos urgente que se declare en emergencia el sector, esperamos que se tomen las medidas necesarias para impulsar este sector y beneficiar a todos los involucrados” reiteró.

Informó que con las autoridades actuales están conversando para ver que programas se pueden implementar y de donde conseguir recursos, recordó que, a diferencia del banano, el plátano no tiene ningún desperdicio, “lo que no se vende para la exportación, queda el rechazo lo venden a aquí al mercado local y la cáscara la están vendiendo para el ganado y cada parte de este cultivo se utiliza. si se incentiva puede ser un renglón de divisas casi como el banano. Las autoridades no se han dado cuenta el potencial que tiene este renglón. Nosotros tenemos un valor agregado gigante” destacó Manrique.

Fuente: El Productor