Precursores del crecimiento ‘verde’ ganan el Nobel de Economía 2018

Estocolmo – El 50º premio Nobel de Economía fue atribuido este lunes a los estadounidenses William Nordhaus y Paul Romer, por integrar el cambio climático y la innovación tecnológica al crecimiento económico, aliando así clima, innovación y economía.

Los dos premiados «han desarrollado métodos que abordan algunos de los desafíos más fundamentales y apremiantes de nuestro tiempo: combinar el crecimiento sostenible a largo plazo de la economía global con el bienestar de la población del planeta», indicó la Academia Real de Ciencias.

Sus trabajos se basan en los del keynesiano Robert Solow, Nobel de Economía 1987, que investigó el impacto del progreso técnico en el crecimiento.

El anuncio de este Nobel coincide con un informe de expertos de la ONU sobre el cambio climático (IPCC), que abogan por emprender transformaciones «rápidas» y «sin precedentes» en sectores como la energía, la industria o las infraestructuras para limitar el calentamiento global.

Los dos economistas norteamericanos compartirán el premio de 9 millones de coronas (unos 860.000 euros, poco más de 987.000 dólares). Los galardonados reciben además una medalla de oro y un diploma.

Paul Romer, de 62 años, execonomista jefe del Banco Mundial (BM), y profesor en la Stern School of Business de la universidad de Nueva York, ha sentado las bases del «crecimiento endógeno» desde 1986.

Con ello, demuestra cómo la innovación y el progreso técnico influyen de forma importante en el crecimiento económico.

«Muchos creen que la protección del medio ambiente es tan costosa y difícil de llevar a cabo que prefieren ignorar el problema, o incluso negar su existencia», declaró Romer a la Academia.

«Podemos realmente realizar sustanciales progresos para proteger el medio ambiente sin por ello renunciar a garantizar un crecimiento duradero», asegura Romer.

Romer dimitió con estrépito a principios de año a su cargo de economista jefe del Banco Mundial, por un desacuerdo con el presidente de la institución.
Clima y economía

Su compatriota William Nordhaus, de 77 años, profesor en la universidad de Yale, se ha especializado en la investigación de las consecuencias económicas del calentamiento global.

Nordhaus fue el primero en los años 1990 en establecer el modelo sobre el vínculo entre actividad económica y clima, introduciendo teorías y experiencias procedentes de la física, la química y la economía, según el jurado.

El galardonado ha «integrado el cambio climático en el análisis macroeconómico a largo plazo», explica el jurado del Nobel.

Estas investigaciones sirven actualmente para predecir o cuantificar las consecuencias de las políticas climáticas, por ejemplo la tasa carbono.

Nordhaus milita en particular por una tasa carbono uniforme, e impuesta a todos los países para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero en la atmósfera.

Los países recalcitrantes que no quisieran sumarse a este «club del clima» serían sancionados a través de barreras aduaneras, por ejemplo.

Así, 10 años después de la quiebra del banco Lehman Brothers, «gente como Nordhaus y Romer muestran que hay otros factores de crecimiento además del capital financiero, como la innovación y el hecho de tomar en cuenta el cambio climático», comentó a la AFP Ludovic Subran, jefe de investigación macroeconómica de Allianz.

Los dos economistas premiados ya figuraban desde hace años en la lista de posibles ganadores del Nobel.
El último Nobel

El año pasado, el premio Nobel de Economía recompensó al estadounidense Richard Thaler por sus estudios sobre la influencia de ciertas características humanas, como la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de autocontrol, en los comportamientos de los consumidores o inversores.

El Nobel de Economía celebra este año su 50º aniversario. Creado en 1968 con motivo del tricentenario del Banco de Suecia, es la recompensa más prestigiosa para un investigador en Ciencias Económicas.

Este premio cierra la edición Nobel 2018, amputada esta vez de su galardón de literatura que fue postergado un año por la Academia sueca, afectada por un escándalo de agresiones sexuales y fuertes divisiones internas.

FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO (EC)

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