En la era digital las cercanías humanas comenzaron a ser afectadas por los ilimitados links en las redes sociales y su influencia en las relaciones de todo tipo. Ahora el grave problema de la pandemia podría convertirse también en un ritual desconocido para la generación milenial: los hijos cuidando a sus padres, especialmente a aquellos de edad vulnerable bajo la tétrica sombra del virus y del desempleo. Asumir esta responsabilidad tiene el aspecto crucial de una unión familiar que hace renacer la sensibilidad en una juventud que muchas veces ha perdido la calidez elemental frente a los mayores en cualquier ámbito.
Y si se trata de cuidarlos en el hogar, este Día del Padre es mucho más que “el día” de juntarse. Lo que debemos hacer hoy es comprometernos a lograr días futuros en esa unidad como la meta primordial.
Fuente: Diario el Universo (ec)