El bloque está a las puertas de cerrar otro acuerdo el mes próximo uno con Asociación Europea de Libre Comercio y prepara otros dos para el próximo año con Canadá y Corea del Sur.
Un entusiasta Mercosur abrió este martes su cumbre semestral decidido a ratificar cuanto antes su ambiciosa asociación comercial con la Unión Europea y actualizarse para competir mejor y en más mercados.
El canciller de Argentina, Jorge Faurie, quien hace dos semanas lloró de alegría cuando se cerró el pacto con Bruselas, dijo que el Mercosur debe asumir las tareas pendientes. «No podemos seguir siendo una unión aduanera imperfecta», asentó al abrir la reunión previa al encuentro que sostendrán el miércoles los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en la ciudad argentina de Santa Fe. «Tenemos que trabajar para tener una verdadera unión aduanera, para estar en forma competitiva en las cadenas de comercio internacional», indicó Faurie.
La calificación de «imperfecta» ha sido como una suerte de marca registrada del Mercosur pues sus integrantes no respetan una política comercial en común; rasgo característico de una unión aduanera. La libre circulación de bienes tiene numerosas restricciones y los socios aplican a terceros países aranceles propios y no el Arancel Externo Común (AEC).
Horacio Reyser, Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Argentina, dijo que un grupo revisará la TEC «a fin de dar competitividad a nuestras economías». El Mercosur revisará también la facultad de impedir acuerdos bilaterales de cualquiera de sus socios con terceros. «El poder de veto es negativo», dijo Reyser a periodistas.
La cumbre de Santa Fe impulsará varios acuerdos, entre ellos el de terminar con el «roaming», un cargo que se cobra a las llamadas internacionales desde teléfonos móviles. Con esta medida, que requerirá aprobación de cada Congreso, el Mercosur muestra que está cerca de la gente, sostuvo Reyser.
De Macri a Bolsonaro
En la cumbre de Santa Fe el presidente argentino Mauricio Macri traspasará la conducción semestral del bloque a su par de Brasil Jair Bolsonaro con quien coincide en el enfoque liberal de la economía.
Bolsonaro, un ultraderechista que asumió en enero, había advertido que rompería con el Mercosur si el bloque seguía en su letargo.
«Se rompió el hechizo de que el Mercosur no lograba acuerdos», dijo el negociador de Brasil Pedro da Costa e Silva.
La asociación UE-Mercosur dará paso a un mercado de 780 millones de consumidores que representará una cuarta parte del PIB mundial.
El gran tema a acometer ahora es la entrada en vigencia. El Mercosur buscará la aplicación provisoria una vez que lo haya ratificado el Europarlamento, dijeron funcionarios de Argentina y Uruguay.
El acuerdo precisa la ratificación previa del Parlamento Europeo y los de sus 28 países más la de los cuatro sudamericanos. La ratificación es un tema delicado por cuanto lo deja a merced de vaivenes políticos en ambos lados de Atlántico.
En octubre habrá elecciones en Uruguay y Argentina en tanto que en Europa el acuerdo reavivó la hostilidad de los productores agrícolas y de grupos ambientalistas.
En Argentina el pacto quedó expuesto a la campaña electoral.
El candidato opositor Alberto Fernández, que postula a la vicepresidencia a Cristina Kirchner, ha dicho que le merece reparos.
Fernández considera que Macri, a quien aventaja en las encuestas, busca aprovecharlo para compensar el descrédito que le genera la recesión económica.
Más acuerdos
El Mercosur quiere más acuerdos comerciales y dice estar a las puertas de cerrar el mes próximo uno con Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que forman Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. A ese seguirían el año que viene pactos con Canadá y Corea del Sur.
Macri y Bolsonaro indicaron la semana pasada que podrían buscar uno con Estados Unidos pero eso no se avizora en el corto plazo. «En el futuro estará en la agenda del Mercosur ver con Estados Unidos la posibilidad de mejorar el incremento del comercio, dijo Reyser.
FUENTE: DIARIO EL ESPECTADOR (CO)