Las grandes ‘start-up’ proponen un fondo europeo de 100.000 millones para acabar con el dominio de EE UU y China.

Las compañías piden una estrategia europea para potenciar la biotecnología, la inteligencia artificial o la robótica

Bruselas ha ido forjando en las últimas tres décadas una sólida política de competencia, una estrategia industrial y un programa para fomentar la investigación. Pero la UE sigue a remolque de Estados Unidos y China en la creación de startups y hoy solo alberga el 7,2% de todas las tecnológicas valoradas en más de 1.000 millones de euros, conocidas como unicornios por el sector. Los fundadores y ejecutivos de las 33 mayores startups europeas se reunirán este martes con la comisaria del ramo, Mariya Gabriel, para pedirle que despliegue una estrategia sobre innovación y la creación de un gran fondo de 100.000 millones de euros para empresas tecnológicas dedicadas a áreas clave como la biotecnología, la inteligencia artificial o la lucha contra el cambio climático.

Los líderes de las mayores startups llevarán este martes un documento en Bruselas, a cuyo borrador ha tenido acceso este diario, en el que advierten de que Europa entra en una nueva era tecnológica. Y prueba de ello es el éxito de la primera vacuna basada en el ARN que ha desarrollado la alemana BioNTech. Al margen de ese caso, las empresas que se verán con Gabriel consideran que Europa está en un estado de “dependencia tecnológica” por una falta de alternativas que la UE ha tratado de reequilibrar permanentemente mediante su poderosa política de competencia.

Ese diagnóstico lo firman, entre otros unicornios, la española Cabify, la francesa Blablacar, la italiana FacilityLive, la holandesa Booking.com o la alemana Zalando. Las compañías recuerdan que “la irrupción y el liderazgo de competidores privados no pertenecientes a la UE, con medios financieros sin precedentes, puede acabar por borrar la dinámica de innovación existente y la posición de la industria de la UE”. Esa concentración de “liderazgo” y “peso financiero” en Estados Unidos y China, añaden, les está permitiendo comprar empresas potencialmente disruptivas, consolidar su poder industrial, escalar y “dirigir la agenda digital y tecnológica”. “Esto supone un riesgo para el crecimiento, el empleo y la influencia de Europa en áreas clave estratégicas”.

Los fundadores de ese grupo de startups proponen un plan para revertir esa tendencia basado en cinco grandes tendencias: la transformación verde, la llamada década digital –garantizar el lugar preeminente de la UE en salud y educación—, la soberanía digital, el liderazgo en deep tech –que va desde biología sintética a robótica e inteligencia artificial— y la cohesión digital para garantizar que ningún país europeo se queda al margen de ese salto. A partir de ahí, creen que en cada una de esas grandes cinco categorías deberían incluirse dos “buques insignia” más concretos.

Al contrario de lo que proclama el “mito del joven emprendedor en un garaje”, los ejecutivos de estas empresas sostienen que una empresa necesita unos diez años, un equipo de fundadores de unos 45 años y cientos de millones de euros de capital paciente. Según el documento, los ejecutivos propondrán este martes “buques insignia”. Un ejemplo será un fondo para la soberanía tecnológica europea que permita invertir en empresas de carácter estratégico. Ese instrumento debería ser de participación pública y privada para inversiones a largo plazo. Los fundadores de startups que pongan parte de su patrimonio en ese fondo reclaman que este pivote alrededor suyo para poder crear un sistema innovador en la UE. Esa es la idea que han madurado más, de acuerdo con el borrador, pero también han esbozado propuesta para la transición ecológica.

“Pequeños valles”

“Europa no es Estados Unidos ni China”, sostiene el documento. Para lo bueno y para lo malo. Por ello, creen que el modelo europeo debería basarse en la diversidad y el esfuerzo y crear una red de “pequeños valles” en ciudades medianas que estarían conectadas. Se trataría, según esa idea, de unir ciudades con universidades históricas, como Pavía, Lovaina, Salamanca o Uppsala. La idea es buscar espacios para la innovación en los que ayuntamientos, universidades y empresas estén a poca distancia entre sí. “Estos lugares ofrecen la mejor oportunidad para experimentar con nuevas tecnologías, utilizando a la comunidad local como campo de pruebas, especialmente si las autoridades locales tienen una mentalidad abierta sobre el principio de innovación”, añade el documento.

Fuentes de la Comisión Europea sostuvieron que se dará seguimiento a ese documento, puesto que el objetivo de fondo es compartido. De hecho, en la carta de invitación a la reunión, la comisaria para Innovación e Investigación, Mariya Gabriel, indica que espera una “conversación bidireccional”, en la que los emprendedores expliquen cómo pueden contribuir a la construcción de “una verdadera Área Europea de Innovación”. Los líderes empresariales, además, trasladarán a Bruselas la necesidad de que los países apuesten por las startups, por ejemplo, en sus planes de recuperación si quieren avanzar hacia el reto de la digitalización.

FUENTE: EL PAÍS (ES)

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