[:es]»La economía y la actividad portuaria», por Edgar Patiño (Perú)[:]

[:es]Hoy en día, más del 80% del comercio mundial se desplaza por los océanos. Particularmente, nuestro país cuenta con 85 instalaciones portuarias y es cada una de ellas fuente importante para el desarrollo y crecimiento de cada región en la que se encuentran. De aquí nace la preocupación por tener mayores y mejores puertos con una infraestructura eficaz, cuyas tecnologías y operaciones garanticen el flujo del intercambio internacional.

Con relación a esto, la inversión en este sector, en los últimos años, alcanza los US$4.000 millones. Este financiamiento, alineado a las políticas de nuestro Sistema Portuario Nacional que tiene como base cuatro ejes principales, ha permitido, desde el año 2009, tener una tasa de crecimiento positiva de 3%:

1. Estabilidad jurídica. Nuestro marco legal ha favorecido el incremento de la inversión en infraestructura portuaria.

2. Conectividad en las zonas logísticas. En los últimos diez años, el Estado ha realizado inversiones para mejorar la infraestructura vial, marítima y aeroportuaria, permitiendo así que los exportadores puedan comercializar sus productos de forma más rápida y eficiente.

3. Participación del sector privado. Es lo que ha dado pie a este crecimiento, principalmente por los sectores de minería y agroexportador. Para precisar, el 95% de la inversión en infraestructura proviene del sector privado.

4. Agilización de procedimientos administrativos. Estos son requeridos para un mejor sistema de comercio exterior.

Claro está que la infraestructura, la cual va de la mano de la logística portuaria, es crucial para que funcione el comercio exterior. Se trata de toda una cadena que comprende la planificación y control para que un producto salga del país hacia su destino final. Aquí radica el valor de ser competitivos, es decir, de cumplir con los tiempos y costos, lo cual es posible, por ejemplo, al contar con acceso rápido al puerto y con sistemas de seguridad. Este es el caso del Puerto de Pisco en la región Ica, operado por el Terminal Portuario Paracas.

La exportación de alimentos de Ica llega a más de cien destinos en todo el mundo, por lo que resulta necesario el funcionamiento de este Puerto para sus agroexportadores, ya que desde allí pueden enviar sus productos, en lugar de hacerlo por el Puerto del Callao, generándoles así un ahorro aproximado de US$500 por contenedor y, por ende, hay más movimiento de carga. Con los proyectos de modernización de este y otros puertos, que ha priorizado el Gobierno, se mejorarán los servicios que se brindan y permitirán ofrecer tarifas competitivas.

Es importante señalar que contar con nuevos terminales portuarios y con mejoras en la infraestructura y logística de los puertos que ya existen significará un impulso dinamizador para el desarrollo económico y social, como ya sucede con el Puerto de Paita en el norte del país, el Puerto de Matarani en el sur, y el Puerto del Callao.

Para ello, se está realizando una fuerte inversión. Solo en procesos de concesión portuaria, se tiene US$1.400 millones ya ejecutados, de los US$2.000 millones en compromiso de concesiones vía APP (Asociaciones Públicas Privadas).

Estas inversiones han hecho posible que, desde el año 2010, donde había un movimiento de carga de 70 toneladas métricas (TM) en los puertos del país, vaya aumentando de manera considerable. Solo en el 2017 se movilizaron 104 millones de TM.

Como se puede apreciar, en la actividad portuaria intervienen varios actores para que esta marche de forma positiva. Este es el caso de los gobiernos regionales y los municipios donde se encuentran los puertos, así como de sus operadores, los cuales deben velar por la buena integración ciudad-puerto, a través de un trabajo coordinado, permanente, y manteniendo un diálogo con la población, recogiendo ideas, definiendo opciones y aunando esfuerzos que se enfoquen sobre todo en los sectores menos favorecidos.

Cabe enfatizar que los terminales portuarios contribuyen al desarrollo de las actividades económicas de las comunidades inmersas en las zonas de influencia; generan nuevas inversiones e industrias; incrementan el turismo y el empleo y, por tanto, se logra disminuir la pobreza; además las empresas operadoras realizan diversas acciones de responsabilidad social.

Para puntualizar, el compromiso conjunto del Estado, como del sector privado y de la población, hará que cada región dinamice su economía, con puertos más competitivos y proyectos con alto impacto también para la sociedad; asimismo permitirá garantizar servicios eficientes y de calidad en beneficio del comercio exterior y de los ciudadanos.

FUENTE: DIARIO EL COMERCIO (PE)[:]

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