El sabor de la nostalgia que aviva el turismo e ingresos

Los aromas se mezclan y la nostalgia sabe a comida típica, por lo menos para 258 millones de emigrantes en el mundo. Para los que son ecuatorianos el sabor es a encebollado, guatita, bandera, ceviche o bolones. Sabe hasta a postres: borrachitos (una masa embebida en miel) o lengua de gato (galletas).

Pero, el gustillo de divertir al paladar está atado a un lugar y a paseos familiares. Ginna Salas desde cuando pone sus pies en el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York, rumbo a Guayaquil ya saborea mentalmente el encebollado.

Para quien vive en la ciudad un restaurante ícono representa darse un buen banquete. Pero para el emigrante es un reencuentro con la tierra que lo parió, con su historia, con su gente, con los aromas de su país y con su familia. Se estima que Ecuador tiene 1’571.450 emigrantes.

Según la Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales y el Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas, entre 1999 (año del feriado bancario) y 2007, emigraron del país más de 950.000 personas. En este grupo salió Magaly Barzola, las deudas de su negocio se quintuplicaron por el tipo de cambio de sucres a dólares; en esa época un dólar llegó a costar 25.000 sucres y el salario básico era de 100.000 sucres. Tras pagar sus deudas se quedó en EE. UU. Ahora cuando viene a Guayaquil le gusta ir al restaurante La Canoa, para comer guatita y caldo de bolas.

El periplo por los restaurantes íconos de la ciudad también es por el negocio de barrio, que el emigrante lo lleva en su memoria de sabores.

María Martínez salió del país hace 28 años y gusta del encebollado de ‘Platazo’. Un local con 40 años de trayectoria.

Diciembre es un mes en que los emigrantes vienen a casa y refrescan los sabores de su nostalgia. A este grupo se unen los reencuentros de amigos que viven en la ciudad.

Gino Luzi, exgerente general del Grand Hotel Guayaquil, dice a Diario EXPRESO que en diciembre los ingresos en los restaurantes se duplican, en comparación con otros meses del año.

Los empresarios tienen identificado este nicho, para ofrecerles servicios que hagan ameno su estadía. Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo, indica que diciembre dinamiza la economía del turismo. Sin embargo, anima a ver el todo y no solo un mes, para impulsar más al sector.

Ayer se reunió con la nueva ministra de Turismo, Rosi Prado, para dar ideas que colaboren al progreso y elaboración de la hoja de ruta.

De enero a noviembre de este año el crecimiento de la entrada de viajeros al país es de 53,4 % (2’204.435 personas). Muñetón cuestiona esta cifra, manifiesta que deben sacar de allí el ingreso de los venezolanos, porque ellos no vienen por turismo.

Aunque los ingresos de divisas en el primer semestre subieron 49,6 % (1.156,9 millones de dólares) en comparación con el 2017. “Pero, se debe tomar en cuenta que la relación es con un año que tuvo contracción económica”.

Ahora la meta es que la gastronomía ecuatoriana no sea un deleite solo para emigrantes, sino para todo viajero, porque los sabores atraen tanto como los paisajes.

La Costa atrae más

En Navidad de 2017 la Costa atrajo un 48 % del turismo interno y en el feriado de fin de año fue de 68 %, según el ministerio de Turismo. Los ingresos para todo el país de la primera fecha fueron de $ 24 millones y de la segunda fiesta, fueron $ 52 millones.

Desde la terminal terrestre de Guayaquil en Navidad salieron 362.200 personas y en fin de año, 383.000. Se estima que estas cifras se incrementarán, ya hay reservas en los hoteles que apuntan a ello.

FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)

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