América Latina aumenta sus exportaciones a Europa mientras se desacelera su comercio con China

También crece el comercio entre los países de la región, pero el sector de las manufacturas continúa siendo su talón de Aquiles. La mayor parte del aumento de las exportaciones tuvo su origen en las materias primas, especialmente en los hidrocarburos. Las importaciones, por su parte, confirmaron la tendencia que vive América Latina al déficit comercial.

El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe creció un 20% en 2022, impulsado por un alza del 14% de los precios y una expansión del 6% del volumen exportado, mientras que el de las importaciones de bienes aumentó en 24%.

Estos son los principales datos del desempeño del comercio en la región, según el nuevo informe anual de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), que revela una serie de detalles acerca de ese comportamiento comercial.

Por ejemplo, uno de los datos más significativos es que por primera vez desde 2015 se desacelera el comercio con China, que representó solo un 8% del valor de las exportaciones de la región, mientras que las ventas a la Unión Europea crecieron un 26%, convirtiéndose en uno de sus principales socios.

Desaceleración

No obstante el aumento de las exportaciones, estas se desaceleraron con respecto a 2021 cuando crecieron un 27%. En ambos años, la expansión estuvo impulsada más por factores exógenos, como el alza de precio de las materias primas, que por la capacidad de expansión del volumen de lo exportado o la posibilidad de diversificar la oferta hacia nuevos sectores.

De acuerdo con el informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2022, las mayores alzas estimadas de las exportaciones se registraron en países exportadores de hidrocarburos: Trinidad y Tobago (69%), Venezuela (63%), Colombia (49%) y Guyana (45%), dejando al descubierto el talón de Aquiles de América Latina, el del sector de las manufacturas.

La participación regional en las exportaciones mundiales de manufacturas no ha superado el 5% en los últimos 20 años. Además, América Latina presenta un persistente y creciente déficit comercial en manufacturas, que pasó de representar el 3% del PIB en 1995 al 6% en 2021.

Además, América Latina y el Caribe solo presenta superávits significativos en los sectores automotor y de alimentos, bebidas y tabaco, y sus exportaciones manufactureras muestran una alta concentración por origen: un solo país (México) representó el 57% del total entre 2019 y 2021.

La pandemia del COVID-19 y el conflicto en Ucrania han evidenciado la alta dependencia regional del abastecimiento externo de productos estratégicos como medicamentos, dispositivos médicos y fertilizantes: “Por ello es urgente revitalizar la integración regional e implementar políticas de fomento productivo para dinamizar las exportaciones manufactureras”, indica la Comisión en el estudio.

Ampliar el comercio regional

Y enfatiza que “dada su gran importancia para las exportaciones manufactureras, es preciso avanzar hacia un mercado regional amplio y estable mediante iniciativas de convergencia regulatoria, facilitación del comercio, uso estratégico de las compras públicas y mejora de la conectividad”.

Asimismo, se requieren políticas de fomento productivo que apunten a elevar la competitividad exportadora en todos los segmentos de las cadenas de valor manufactureras, incluidas las actividades de servicios asociadas a ellas (investigación y desarrollo, diseño, logística, etc.), recalca el organismo regional de las Naciones Unidas.

Para el conjunto de la región, se proyecta un saldo comercial deficitario de USD 58.000 millones en 2022, es decir, USD 45.000 millones más que en 2021.

A diferencia de la desaceleración en el comercio de bienes, el de servicios mostró una importante recuperación, con un crecimiento del 45% durante el primer semestre de 2022 respecto al mismo período de 2021. Ello se debe principalmente a la reactivación del turismo, seguido por el rubro de otros servicios.

En un contexto marcado por el conflicto en Ucrania, la alta inflación, un menor crecimiento, las tensiones geopolíticas y la persistencia de la pandemia, el informe indica que el comercio mundial sufrió una fuerte desaceleración en 2022 que se agudizará en 2023 con un crecimiento de apenas un 1%.

El suministro marítimo fundamental para América Latina

El informe examina también las profundas disrupciones en las cadenas marítimas de suministro, que movilizan el 80% del volumen del comercio mundial de bienes, desde el inicio de la pandemia y su efecto en la región.

Los cierres masivos de actividades productivas, la mayor congestión en los puertos y la limitada disponibilidad de contenedores, sumados a la elevada concentración de la industria naviera, han traído como consecuencia una escasez de bienes finales importados para el consumo y de insumos y bienes de capital importados para la producción; la pérdida de confiabilidad de los embarques; y un aumento de la inflación debido a los mayores costos de transporte.

Uno de los principales efectos de estas disrupciones ha sido el notorio incremento en el precio de los fletes marítimos. Por ejemplo, el costo de transporte de las exportaciones de la región hacia Estados Unidos en junio de 2022 era cuatro veces mayor que el de enero de 2019. Por su parte, el costo de transporte de las importaciones desde Asia en la actualidad es 4,3 veces mayor que el valor de enero de 2019.

La CEPAL sostiene que las cadenas mundiales de suministro por vía marítima son clave para avanzar hacia un desarrollo sostenible de la región.

América Latina y el Caribe se enfrenta a un doble reto: por un lado, es preciso remontar el rezago en la infraestructura e interconectividad y, por el otro, debe hacer frente a los impactos que, en la coyuntura actual, amenazan con reconfigurar la estructura del comercio internacional en términos de rutas, actores e intereses para los años por venir.

«La canalización coordinada de recursos públicos y privados, a través de Asociaciones Público-Privadas puede contribuir a avanzar nuevos proyectos y mejorar la infraestructura existente que demanda la región. Es preciso dar paso a asociaciones que antepongan los intereses de las personas en primer lugar y que estén en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible», indica el informe.

Fuente Legal: EKOS y Negocios (EC)

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