La oferta de cursos y talleres virtuales es amplia para los chicos del régimen escolar 2019-2020 en Sierra y Amazonía, quienes se encuentran en su tercera semana de vacaciones. Mientras el riesgo de contagio en ciudades como Quito aún es alto, para precautelar la salud de maestros y alumnos, se promocionan clases en línea de gastronomía, danza, pintura y otros relacionados con las ciencias, la robótica y los videojuegos.
Kinder Care ofrece clases ‘online’ de expresión corporal, danza, experimentos y otros. Desde las 10:00 hasta las 12:15, los niños realizan al menos tres de esas actividades al día, con diferentes maestros y con recesos entre cada clase.
Chicos de tres a ocho años mantienen su interés gracias a la interacción, asegura Angélica Beltrán, de Kinder Care. Los profesores -dice- toman en cuenta a cada pequeño en el transcurso de la clase, con preguntas e indicaciones personalizadas. “Eso permite que el niño esté atento y motivado”.
Estos cursos tienen un costo de USD 20 por cada semana y USD 70 por un mes. Actualmente, entre 20 y 25 niños participan en ellos. Las actividades diarias -señala Beltrán- se combinan entre activas y pasivas para equilibrar la energía de los niños que han permanecido en casa desde marzo.
Otro vacacional, el Campamento de Verano, ofrece una actividad para cada día de la semana, durante 15 días. Los lunes son para pintura, con técnica de pintado en varias superficies. Los martes se enseña gastronomía motivacional para niños. En este se estimula la parte motriz del chico, además de motivarlo al consumo de más frutas y verduras.
El tercer día es de ciencia. En este se hacen varios experimentos con elementos no tóxicos para que el niño adquiera ciertos conocimientos sobre ciencia. El jueves, de pop pilates, es una jornada didáctica y práctica para los pequeños y el último el día es de recreación. Los niños se integran a través del teatro. El costo es de USD 50, incluidos los materiales no perecibles como lienzo, pintura acrílica, pinceles, entre otros.
Cada semana, el Campamento de Verano abre nuevos cursos para niños de 4 a 10 años. En su primera semana de actividades -dijo Verónica Lloré, del Campamento- asistieron tres niños por clase. «En las salas (de Zoom) se aceptan hasta un límite de 6 niños para que se pueda mantener una actividad dinámica y personalizada así se verifica que todos los niños cumplan con cada actividad pero sobre todo que aprendan mientras se divierten haciéndolo».
Para los niños creadores, Edrobot enseña a realizar videojuegos a niños de 6 a 8 años; y robots a los de 9 en adelante. Los cursos cuestan USD 25 y 96, respectivamente, incluidos los materiales, que se envían hasta la casa de los participantes.
Andrés Flores, promotor del vacacional, señaló que usan su propia plataforma, con diferentes herramientas, para evitar contratiempos tecnológicos en las más utilizadas, como Zoom. Al momento 100 chicos de todo el país se han inscrito en los cursos de origen cuencano.
Para elegir el vacacional se debe mirar la personalidad de cada niño, señala la psicóloga infantil Mercy Vaca. Los chicos de 6 a 12 -explica- no deben estar más de 2 horas diarias frente a pantallas interactivas. Por eso pide que actividades de ese tipo no se realicen por más tiempo que el de los vacacionales. Y en el caso de la televisión, la psicóloga señala que los chicos si podrían ver, por ejemplo, una película por la tarde, ya que esta es una pantalla pasiva. “Mayor exposición tiene consecuencias a nivel emocional y cognitivo”.
La especialista además recomienda elegir detenidamente los cursos para chicos con trastornos emocionales, problemas de de aprendizaje o de atención. En el nivel emocional, Vaca explica que si, por ejemplo, se trata de un niño con timidez absoluta, no es adecuado un taller que implique sociabilidad alta, ya que sería contraproducente. Así que recomienda una opción individual.
Cuando se trata de un chico con problemas de atención, la especialista señala que este no puede estar mucho tiempo en una tarea específica. «Si le piden que esté todo el tiempo sentado o mirando algo evidenciará irritabilidad, ellos necesitan moverse». Para este caso recomienda vacacionales cuya planificación incluya unos cinco minutos de atención y luego cambiar por algo de movimiento «como correr a traer algo».
En niños con problemas de aprendizaje -dice- funciona algo manual, vinculado, por ejemplo, con la cocina. Esto -explica Vaca- conecta los dos hemisferios del cerebro, ya que los chicos se enfrentan a secuancias y potencias sus habilidades, «porque se les pide a los chicos, por ejemplo, galletas en forma de círculo, de triángulo, cinco chispas de chocolate».
Fuente:Diario El Comercio.