Los trabajadores que han sido vacunados deberán retornar al trabajo presencial en el sector público y privado a partir de este jueves 1 de julio del 2021.

Así lo anunció ayer, 29 de junio, el ministro de Trabajo, Patricio Donoso, en la rueda de prensa del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), en donde también se resaltó que las entidades públicas mantendrán aún un aforo restringido.

El retorno de los trabajadores será progresivo y en esta fase podrán incorporarse las personas que han recibido el esquema completo de vacunación y han transcurrido 14 días desde su segunda inmunización contra el covid-19.

También están considerados trabajadores que recibieron la dosis de vacunación única fuera del país y que, de igual forma, hayan pasado ya 14 días a partir de ella, dijo Donoso.

Unos 1,3 millones de ecuatorianos han recibido las dos dosis; es decir, el 10% de la población objetivo. Por eso, Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, cree que el teletrabajo debe seguir en las áreas donde sea posible, y enfocar la presencialidad en áreas donde se necesite, como atención al usuario.

Además, cree que se debe hacer un monitoreo permanente y establecer medidas estrictas de bioseguridad.

Las empresas piden priorizar el teletrabajo para las personas vulnerables y en las áreas administrativas. En la firma de conservas Snob, por ejemplo, del área administrativa, el 70% aún trabaja desde casa, que son alrededor de 50 personas. Según su gerente Guillermo Narváez, este porcentaje irá reduciéndose paulatinamente hasta llegar a 40%, a medida que avance la vacunación de los colaboradores.

En esta empresa, solo cuatro de sus 200 trabajadores han recibido las dos dosis. Uno de los planes, a corto plazo, es que ese 60% que se prevé esté en la presencialidad, labore en horarios rotativos de dos días o tres días a la semana en oficina y el resto desde casa.

En Orangine, el 15% de sus 99 trabajadores está vacunado. La mayor parte del trabajo es operativo en esta industria de bebidas, razón por lo cual más del 90% del personal ya está en planta desde hace varios meses atrás, con todas las medidas de bioseguridad, explicó Carlos Sarche, gerente de Negocios de la firma.

Para garantizar la eficiencia del proceso de reincorporación, la ministra de salud, Ximena Garzón, explicó que se implementará una herramienta estadística para calcular el riesgo relativo que puedan tener las personas en su trabajo.

Este sistema, denominado riesgo de contagio ocupacional (RCO), se implementará inicialmente en el sector público y considerará tres variables: aforo de las entidades, número de contagiados en el trabajo y personas vacunadas.

Se prevé que la herramienta esté lista el próximo 19 de julio. El modelo determinará si el riesgo relativo es mayor o menor a uno. Si se da el primer caso, se deberá disminuir el aforo y si es menor a uno se puede subir el aforo, dijo Garzón. El monitoreo se hará cada 15 días y permitirá tomar decisiones sobre la labor presencial.

Gremios como la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) alertan que las empresas manejarán un esquema mixto: entre lo presencial y el trabajo remoto. Carlos Loaiza, presidente del gremio, cree que se debe considerar que tanto empresas como empleados han invertido para teletrabajar.

Aunque también hay áreas en las que ha sido difícil teletrabajar o empresas que no lo han podido aplicar; en esa situación, sería importante la presencialidad. Para esos casos, la CCQ elaboró guías de retorno seguro al trabajo, que contempla medidas para el trabajo en las oficinas, limpieza de espacios, movilidad y otros.

Fausto Díaz, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la CCQ, explicó que el esquema de teletrabajo debe mantenerse como una alternativa laboral, sobre todo cuando los trabajadores no puedan acudir al centro de labores por sospecha de contagio.

¿A quién aplica el retorno a la presencialidad?

Por ahora tienen que volver aquellos que ya tienen dos vacunas y 14 días de inmunización o una vacuna de una sola aplicación en el exterior con 14 días de inmunización.

Pero se había dicho que era voluntario para las empresas privadas, ¿por qué se cambió?

Se decidió que sea obligatorio para quienes mencioné.

El teletrabajo ha sido un beneficio de ahorro en costos para empleados y empleadores. ¿Por qué obligarles a volver a la oficina?

Si es voluntario ya no habría tal retorno progresivo. Las actividades económicas tienen que volver a encausarse y, para ello, necesitamos que la gente interactúe, comercialice, compre, venda. Más gente se contagia en las fiestas clandestinas que en la oficina.

Pero, ¿no cree que es un retroceso laboral? Antes de la pandemia el mundo iba al teletrabajo.

Es una gran herramienta, pero tenemos que volver a las actividades normales. El que ya está vacunado puede ir a trabajar. Por ejemplo, se necesita atención al público.

¿Qué pasa con las personas que están en teletrabajo en este momento?

La resolución del COE es que se puede continuar con el teletrabajo, pero hay un regreso progresivo presencial de los llamados 2/14: quien tiene dos dosis y 14 días de inmunización.

¿Qué pasa con quienes tienen hijos pequeños?

Los de grupos vulnerables se mantienen en teletrabajo.

¿Cuál es el siguiente paso y cuándo empieza?

Vamos a hacer un monitoreo de tres factores: aforo, cuántos teletrabajadores se han contagiado y cuántos se han vacunado. Con esas variables, se tomarán las siguientes decisiones el 19 de julio próximo. El Ministerio de Trabajo debe levantar los datos de esas tres variables.

FUENTE: EL COMERCIO (EC)