El precario panorama fiscal se ha estado agravando por el costo del subsidio a los combustibles, que el año pasado le significó al país un poco más de $3,8 billones, una cifra cercana al 50 % de lo que busca recaudar el Gobierno con la reforma tributaria. Esta situación tiene preocupados a los ministros de Hacienda, Minas y Energía, y Transporte.
En el centro de este comportamiento está el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que tiene un faltante cercano a los $13,8 billones, y para aliviarlo se requiere acelerar los incrementos mensuales de los combustibles. (Le puede interesar: Crece el riesgo de que el país tenga que importar gas).
“La estabilización (subsidios) durante el año 2018 costó $3,8 billones”, dijo la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez. Este alto costo hace que para los consumidores colombianos no sea claro por qué cuando baja el precio del petróleo en el mercado internacional no cae en la misma proporción la cotización doméstica de la gasolina, y cuando sube lo hace en mayor proporción. “Es porque tenemos ese déficit ahí”, señaló la funcionaria.
“El panorama se complicó mucho en los últimos cuatro años”, reiteró la ministra Suárez. Aliviar el abultado déficit del FEPC significaría un costo mucho más alto para el precio de los combustibles (gasolina y ACPM), lo que se podría convertir en un factor de presión inflacionaria.
El Fondo de Estabilización de Precios fue creado en el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, con el propósito de no trasladar las fuertes fluctuaciones de los precios internacionales del crudo a los consumidores de gasolina en el país. El FEPC “entró en funcionamiento en 2009 y pretende estabilizar los precios al consumidor final por medio de mecanismos de ahorro y desahorro, evitando trasladar completamente los incrementos de los precios internacionales al ingreso al productor y por consiguiente a los consumidores”, dice un informe de la Contraloría General de 2016.
Julio César Vera, expresidente de Acipet y exdirector de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, sostiene que para que exista un verdadero mercado de liberación de precios de los combustibles se requieren dos acciones: precios de paridad de importación y libertad de abastecimiento.
La primera propuesta sería para la cotización local como si se importara la gasolina del golfo de México. “La realidad del mercado hoy muestra que Ecopetrol no puede garantizar el abastecimiento de combustibles del país”, pues siempre se presentan dificultades en el suministro que realiza la estatal petrolera. Debe existir un mercado que garantice la competencia para Ecopetrol en la distribución de combustibles, consideran analistas consultados.
Que haya competencia siempre significa que se “garantiza que no vaya a existir abuso de posición dominante”, dice Vera.
El estudio de la Contraloría General sobre el FEPC recuerda que “la política de estabilización de precios de los combustibles que precedió al FEPC se caracterizó por la asignación de subsidios, los cuales en el período comprendido entre 2004 y 2008 alcanzaron una cuantía de $25,9 billones a precios de 2015, es decir, $5,18 billones anuales”.
El exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta dijo que, al aplicar la fórmula, que determina el incremento, hay un límite superior y uno inferior para subir o para bajar el precio. “Cuando el precio está al alza (el precio internacional) está ese umbral que impide que se suba en la misma proporción que debe subirse y es contra los recursos del Fondo de Estabilización”, indicó.
Acosta recordó que desde 1999, con la más dura recesión de la economía, se tomó la decisión política de desmontar el subsidio a los combustibles, pero se restablecieron con la creación del Fondo de Estabilización. Esos recursos los tiene que girar el Gobierno central a Ecopetrol.
“Estamos revisando el sistema de estabilización y vamos a hacer una mesa de trabajo con los transportadores y aquí tienen que estar los ministerios de Hacienda, Minas y Energía, y Transporte”, reiteró la ministra Suárez. Asimismo recordó que en enero no se elevó el precio del ACPM en $500.
La suerte de la sobretasa
Al anterior panorama se adiciona otro factor que puede afectar el precio de los combustibles para los consumidores. La Corte Constitucional dio un plazo de dos años al Congreso para definir el monto de la sobretasa a los combustibles que va para los municipios, el Distrito y los departamentos.
En el cumplimiento de esta sentencia se presentará un pulso entre los consumidores y los mandatarios regionales. Si el Congreso mantiene el actual nivel de la sobretasa, no se presentarán sobresaltos en la cotización de la gasolina y el ACPM, pero si decide elevarla los afectados serán los consumidores finales. Entre sobretasa y el impuesto global se llevan cerca del 24 % del precio de los combustibles.
La sobretasa a los combustibles es la fuente de financiamiento de los programas de transporte masivo de las grandes capitales del país.
FUENTE: DIARIO EL ESPECTADOR (CO)