El país desbancó a Gran Bretaña y su industria armamentista tuvo un aumento del 8,5% con respecto a 2016.
Rusia se convirtió en 2017 en el segundo país productor de armas del mundo, por detrás de Estados Unidos, un lugar que hasta ahora ocupaba Gran Bretaña, según un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri) publicado el lunes.
«Las empresas rusas viven un crecimiento significativo de sus ventas de armas desde 2011», declaró el investigador Siemon Wezeman en un comunicado. El estudio no incluye a China porque no hay datos disponibles.
La industria rusa del armamento representa un 9,5% de las ventas de los cien principales productores mundiales en 2017, con una facturación de US$37.700 millones, un aumento del 8,5% con respecto a 2016, según el informe. «Esto corresponde al aumento de los gastos de Rusia en compras de armas para modernizar sus fuerzas armadas», añadió el investigador.
En septiembre, el país llevó a cabo las maniobras militares más importantes de su historia en Extremo Oriente, consideradas por la OTAN como un ensayo para un «conflicto de gran alcance»
Gran Bretaña, que ocupaba el segundo lugar desde 2002, está ahora tercera (9% de la producción mundial). Francia conserva su cuarto lugar (5,3% de la producción) y Estados Unidos sigue siendo líder.
Los productores estadounidenses representan un 57% del total de ventas de 2017, con 42 empresas entre las cien primeras y una facturación acumulada de US$226.600 millones.
«Las empresas estadounidenses se benefician directamente de la demanda constante del ministerio estadounidense de Defensa», explica Aude Fleurant, directora del programa de investigación sobre armamento y gastos militares.
El principal fabricante mundial de armamento es el estadounidense Lockheed Martin, con US$44.900 millones de ingresos. La primera empresa rusa de la lista, Almaz-Antéi, llega en décimo lugar con una facturación de US$8.600 millones de dólares (17% más con respecto a 2016). Es la primera vez que el país logra colocar a una de sus compañías entre las diez primeras. Entre las cien empresas hay otros nueve grupos de armamento ruso.
Según Sipri, las ventas de las empresas de armas turcas también se dispararon un 24% en 2017, reflejo de las «ambiciones de Ankara para desarrollar su industria del armamento para responder a la demanda creciente y ser menos dependiente de los proveedores extranjeros», según Pieter Wezeman, un investigador del instituto.
FUENTE: DIARIO EL ESPECTADOR (CO)