[:es]La madera plástica es una futura opción para las construcciones[:]

[:es]Elaborada con envases reciclados, este material puede sustituir a la madera en diversos usos. Además de larga durabilidad, el insumo ayuda a reducir la tala de árboles. Salvar árboles, reutilizar y conseguir un material de larga duración… son las principales ventajas de la “madera plástica”, una alternativa para la industria inmobiliaria y de la construcción que poco a poco se abre espacio en el Ecuador.

Varias son las empresas que empujan esta iniciativa, entre ellas Ecuambiente, compañía de consultoría ambiental con 28 años de funcionamiento en el país. Esta firma tiene su planta de procesamiento en Puerto Francisco de Orellana (el Coca), donde reciben, clasifican y fabrican los tablones.

Comenzaron la actividad a finales de 2012. Como materia prima los empleados de la fábrica utilizan envases plásticos de alta densidad (HDPE) y de baja densidad (LDPE), que provienen de diferentes industrias y actividades comerciales. Javier Viteri, superintendente de Ecuambiente, detalla que el plástico de alta densidad es el que se utiliza por ejemplo en la elaboración de botellas de productos como detergentes, champú, rinse, cloro… y el de baja densidad es el que se usa para elaborar fundas de basura, botellas de agua purificada y gaseosas… Tras la clasificación y la mezcla el material es triturado y pasa a una máquina de termoformado; allí se generan los tablones. “Metemos el triturado en un molde, este entra a un horno, el horno llega hasta los 300 grados de temperatura. Dependiendo del espesor, la cocción demora entre 45 y 55 minutos.

El tablero se enfría en el mismo molde”, resume. El espesor de las planchas varía: puede ser de un centímetro, de centímetro y medio, de dos centímetros, hasta de tres centímetros. Para un tablero estándar, que mide 1,30 por 2,40 metros, se requieren 65 kilogramos de reciclado. La hoja más solicitada es la de dos centímetros. Por el momento este material no se comercializa en forma abierta. Se lo concede exclusivamente a las empresas que entregan el plástico reciclado.

La ecóloga María Eugenia Moreno, gerenta de proyectos de Ecuambiente, califica como multiusos a los tableros. A nivel interno han servido para manufacturar mesas, escritorios, divisiones, canales perimetrales, bases para construcciones, incluso ya cuentan con un modelo de casa. Hacia afuera han hecho mobiliario externo para campamentos, cerramientos, camineras, tachos de basura… Viteri enfatiza en la importancia que el material podría alcanzar en el levantamiento de viviendas; una empresa constructora ya lo empleó en el encofrado de hormigón.

La durabiliad, agrega, es una de las principales cualidades de los tablones sintéticos; no son corrosivos, no son inflamables; tienen una alta resistencia a los rayos ultravioleta, a la humedad, a las diferentes temperaturas ambiente y a otras condiciones climáticas. Como buen aglomerado se lo manipula como a la madera: con serrucho, martillo, clavos, taladro, etc. Eso sí, no viene en un color uniforme; tomará la tonalidad que predomine en la materia prima procesada, por lo que cada tablón se convierte en una pieza única. Para pintarla al gusto debe someterse a un tratamiento, en ella debe aplicarse pintura de poliuretano.

“El precio de un tablero de madera de buena calidad sobrepasa los $20, pero se deteriora más rápido. Un tablero plástico es de larga duración, su costo puede ser más o menos oneroso. Lo destacable de este emprendimiento es el uso del desecho plástico como materia prima para la generación de un nuevo producto”, argumenta Viteri. Salvar a los árboles La tecnología con la que se fabrican los tablones plásticos fue traída desde México. La maquinaria comenzó a operar a finales de 2012.

Las bondades de los tablones plásticos, expresa Moreno, trascienden la relación costo-beneficio, no solamente contribuyen al reducir la tala de árboles, sino que encadenan de manera práctica el reciclaje y la reutilización. “Ecuambiente brinda soluciones ambientales a través de la consultoría socioambiental (asesoría legal y de responsabilidad social, estudios ambientales, planes de manejo, monitoreo y seguimiento…). Y servicios de gestión ambiental: remediación de suelos contaminados, tratamiento de aguas industriales, gestión de desechos, programas de reforestación, etc.

Por estos motivos afirma que la materia prima que forjan no es peligrosa; los envases provenientes de la industria agroquímica les llegan con triple lavado, “cuentan con un proceso previo antes de entrar a nuestra planta”. Acerca de la aptitud de la madera plástica en la edificación de inmuebles, Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), comenta que si a futuro este insumo desea ingresar al mercado debe cumplir las espeficaciones técnicas de la NEC (Norma Ecuatoriana de la Construcción).

“Tendría que ser calificada por el INEN (Servicio Ecuatoriano de Normalización), pasar las pruebas de carga, de comportamiento frente al fuego y demás”, precisa. Añade que un producto es amigable con el ambiente no solo por ayudar a preservar la naturaleza, sino por no afectar la salud de los usuarios. Un aspecto que impide el desarrollo de esta iniciativa y su acogida masiva es el desconocimiento de sus ventajas. La población está acostumbrada a usar madera, ladrillos o bloques.

Por esa razón ya se avanza con un estudio de mercado basado en un modelo de negocio y el plan publicitario más idóneo. Los tableros tienen de uno a tres centímetros de espesor. Una plancha estándar mide 1.30 por 2.40 metros; requiere 65 kg de material reciclado. Foto: cortesía Planeta sano → Toneladas de plástico.

En los últimos cuatro años la empresa Ecuambiente procesó un promedio anual de 40 toneladas de plástico reciclado, en 2017 trabajó con 65 toneladas. El tiempo que se requiere para la cocción de una plancha oscila entre 45 y 55 minutos. → 7 tableros es el promedio que en jornadas de ocho horas puede elaborar la firma Ecuambiente. → Beneficios ambientales.

La reutilización del plástico, además de reducir la tala de bosques, contribuye con que estos desechos no vayan a los rellenos sanitarios o a los botaderos y que finalmente terminen en los ríos o mares.

FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO (EC)

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