La distribución de productos a nivel urbano, especialmente en modalidad a domicilio supone una gestión compleja subyacente, dado que se deben minimizar los costes del reparto con el objetivo de maximizar el beneficio de la entrega.

Son muchos los motivos por los cuales la demanda de envíos a domicilio ha aumentado, pero la razón principal ha sido en mayor medida el ritmo natural de la sociedad. Ante largas jornadas de trabajo y poco tiempo para hacer frente a todas las demandas del día a día, no es extraño contemplar las compras a domicilio como el comportamiento de consumo más lógico, al eliminar barreras espacio-temporales.
Sin embargo, desde que se realiza la compra, hasta que el pedido llega al punto de entrega especificado, ocurren una serie de gestiones que los compradores desconocen y que son precisamente los factores que conforman la eficiencia de su servicio.
Las matemáticas al servicio de la demanda
Contextualizando un poco más la complejidad del delivery, cabe recordarse que esta modalidad de servicio conlleva una particularidad asociada que hace referencia a la naturaleza del producto a entregar. En la mayoría de los casos se trata de productos perecederos de alta rotación que precisan de un transporte los más rápido y eficaz posible.
A todos nos gusta recibir la comida a domicilio en poco tiempo y a poder ser caliente. Para que esto sea posible, la logística toma dos connotaciones:
Tener un abastecimiento adecuado de ingredientes para confeccionar los platos.
Asignar las entregas a cada repartidor de tal modo que se minimicen la distancia y el tiempo del recorrido sin pasar más veces de la cuenta por el mismo sitio. Esto viene definido por el clásico problema del viajante o TSP, un problema de optimización NP-hard, para el cual no hay una respuesta concreta, sino una aproximada que contribuye a la maximización de los beneficios.
Teniendo esto último en cuenta, no resulta extraño afirmar que la logística del reparto a domicilio termina siendo uno de los factores más importantes para predecir el éxito de una empresa de este tipo. Poniendo por ejemplo el boom de las empresas delivery, se puede ver cómo Pedidos Ya gestiona sus restaurantes de tal modo que estos aparecen disponibles en función de la zona en la que se encuentre el cliente. Mediante estos rangos de servicio, se logra agilizar la entrega, además de facilitar la confección de rutas para cada repartidor.
Asimismo, es posible consultar en tiempo real la ubicación del repartidor. Esto, sin ser en esencia logística, contribuye a la misma, ya que orienta al cliente. No es lo mismo pensar que el pedido se demoró en cocina, que ver que la ruta del repartidor está en curso, habiéndose podido demorar por el tráfico. Este pequeño detalle se plasma en las encuestas de satisfacción con el repartidor, con el restaurante y en última instancia con la empresa de repartos, por lo que merece la pena operativizar la comunicación para mejorar el nombre de la marca e incrementar la demanda.
No es lo mismo pensar que el pedido se demoró en cocina, que ver que la ruta del repartidor está en curso, habiéndose podido demorar por el tráfico. Este pequeño detalle se plasma en las encuestas de satisfacción con el repartidor, con el restaurante y en última instancia con la empresa de repartos, por lo que merece la pena operativizar la comunicación para mejorar el nombre de la marca e incrementar la demanda.
En la línea de lo anterior, por cada compra, se extraen una serie de datos, los cuales permiten llevar a cabo análisis de optimización y de tendencias de consumo. Tomar las cifras como herramienta garantiza una correcta gestión interna, así como un ajuste de la distribución y reparto de productos para los propios restaurantes.

FUENTE: Mascontainer.com (Ch)