En Colombia, 2,4 millones de personas padecen hambre: ONU (Colombia)

La cifra se redujo considerablemente respecto al trienio 2004-2006, cuando el número de personas subalimentadas era de 4,2 millones. Así lo dio a conocer el informe SOFI, presentado hoy en Nueva York.
El hambre en América Latina y el Caribe se incrementó de 6,2 % en 2013 a 6,5 % en 2018. Esto es principalmente una consecuencia del aumento en la prevalencia de la subalimentación en Sudamérica, que pasó de 4,6 % en 2013 a 5,5 % en 2018. Pixabay.

Este lunes, cinco agencias de Naciones Unidas presentaron “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019”, o informe SOFI por sus siglas en inglés, un reporte anual que contiene los datos más recientes sobre el hambre, la obesidad y la emaciación infantil en el mundo.

Según el estudio, que fue presentado en la ciudad de Nueva York (EE.UU), hoy en día hay 821,6 millones de personas subalimentadas a nivel global, cifra que ha venido en aumento desde 2005 y que regresó a los niveles vistos en el periodo de 2010-2011.

La región de América Latina y el Caribe no ha estado exenta de este incremento. En 2005, el hambre afectaba a 39,1 millones de personas de la región y en 2018 esta cifra aumentó a 42,5 millones. A pesar de este panorama, Colombia se destacó en el SOFI como uno de los países de la región que más disminuyó en el número de individuos subalimentados.

Según el reporte, en Colombia el hambre pasó de afectar a 4,2 millones de personas (9,7 %) en el periodo 2004 – 2006, a 2,4 millones de personas (4,8 %) en el trienio 2016 – 2018. También disminuyó el “hambre oculta” o anemia en mujeres en edad reproductiva, al pasar de 22,1 % en 2012 a 21,1 % en 2016.

Además de Colombia, los otros países que presentaron importantes reducciones en el número de personas subalimentadas son Perú (2,3 millones), República Dominicana (1,3 millones), México (1,3 millones), Ecuador (1 millón) y Bolivia (900.000).

No obstante, las agencias advierten que Colombia todavía debe enfrentar ciertos retos, como la baja talla para la edad de sus niños, que afecta a medio millón de menores de 5 años, y el aumento de la obesidad en mayores de 18 años, que pasó de afectar a 6,3 millones de personas en 2012 a 7,5 millones en 2016.

Por su parte, los países que registraron los mayores incrementos fueron Venezuela (4 millones), Guatemala (500 mil), Argentina (200 mil) y Haití (100.000).

“El aumento del hambre en años recientes está fuertemente asociado con la desaceleración económica en la región” aseguró Ricardo Rapallo, Oficial de Seguridad Alimentaria para FAO Américas.

Según Rapallo, la caída de los precios de los commodities desde 2011 llevó a un deterioro de las finanzas públicas de los países que dependen de sus exportaciones. Además, aseguró que la tasa de desempleo urbano (8,9 en 2016), la reducción del PIB y el aumento del desempleo llevaron a menores ingresos de los hogares.

“Para hacer frente a los eventos económicos que limitan el poder adquisitivo de los hogares se requieren de políticas a corto y largo plazo que permitan salvaguardar la seguridad alimentaria y la nutrición de la población”, aseguró Rapallo.

El experto también destacó la importancia de que los países inviertan durante los períodos de auge económico para generar capacidad en caso de crisis económicas.

“Los países deben proteger los ingresos a corto plazo, especialmente de los hogares mayormente afectados, por ejemplo, a través de programas de protección social, programas de obras públicas o políticas destinadas a estabilizar los precios de los alimentos. Al mismo tiempo, deben evitar recortes en los servicios sociales esenciales”, destacó.

El SOFI es una publicación conjunta de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

FUENTE: DIARIO EL ESPECTADOR (CO)

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