[:es]Economía naranja: riquezas a través de la creatividad y cultura[:]

[:es]El color naranja ha estado presente en el mundo artístico. Desde la película Naranja mecánica de Stanley Kubrick hasta el calificativo de Frank Sinatra considerando a la tonalidad como la más feliz. Es así que desde hace cinco años, este color forma parte de un término que tiene como materia prima la creatividad, cultura e innovación.

Se trata de la economía naranja, aquella que permite que las ideas se transformen en bienes y servicios, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.

Este sector conocido originariamente como economía creativa comprende: la arquitectura, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, moda, música, publicidad, software, artes visuales y escénicas. Así lo definió en el 2001 John Howkins, uno de los pioneros en el tema.

En Ecuador son más las propuestas artísticas que buscan innovar en su puesta en escena. Tal es el caso de La flauta mágica de los Andes, recientemente presentada en Quito, y Rabia, de Sebastián Cordero, quien la adaptó al teatro usando como escenario una casa.

María Paulina Soto, vicerrectora de la Universidad de las Artes, afirma que la definición de este término también es producto de una estrategia de marketing.

Mientras que Edgar Salas, docente de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), considera, que a través de este modelo, un emprendimiento puede llegar a convertirse en una empresa sostenible.

Sin embargo para José Flores, de la dirección de información del Ministerio de Cultura, este tipo de economía no solo se materializan en emprendimientos sino en pequeñas, medianas y grandes empresas, distribuidas en ocho subsectores: creación literaria, teatral; artes y espectáculos; artes plásticas y visuales; libros y publicaciones; audiovisual, música, diseño y formación cultural. «Cinemark es parte de este conjunto, como salas de conciertos, teatros…», enumera.

¿Por qué naranja?

Su elección se debe a que el color naranja está asociado a la cultura, creatividad e identidad. Así lo explica el libro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzado en el 2013 y titulado: ‘La Economía Naranja: una oportunidad infinita’. Felipe Buitrago e Iván Duque, presidente electo de Colombia, son los autores de este texto.

“Así como el negro es el duelo, el blanco la esperanza, el naranja es la alegría”, ejemplifica el economista Francisco Swett, al referirse a esta definición.

Según reportes del BID, las industrias creativas y culturales emplean a casi 29,5 millones de personas en todo el mundo y generan ingresos por más de 2,25 mil millones de dólares al año. Mientras que en Ecuador este sector equivale alrededor del 2% del PIB (Producto Interno Bruto), es decir, 1.400 millones de dólares, durante el mismo año. Así lo publica el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Producción culturalVenngage Infographics

Desde el 2010 al 2015 hubo un aumento del 0,45% en producción del sector cultural, pero en comparación con el 2014, existió un descenso del 0,02%, ubicándose en 2,00% en el último año (2015), de acuerdo a información proporcionada por la institución pública. (ver gráfico).

Las cifras del 2016 hasta la actualidad, según esta cartera de Estado, siguen en análisis.

Emprendimientos y demás sectores

El presidente del Colegio de Economistas del Guayas, Larry Yumibanda, señala que en la economía naranja ingresan los emprendimientos relacionados con la moda, literatura, diseño gráfico, plataformas digitales, artes visuales, entre otros, basados en la creatividad y conocimiento.

“En un mundo globalizado que transita a pasos agigantados, la creatividad es la clave para lograr el crecimiento y desarrollo económico en el país”, dice y añade que para que este modelo tenga mayor impacto es necesario identificar los sectores involucrados y promulgar una Ley que permita dar incentivos y promueva el desarrollo de esta industria, que de a poco gana más presencia.

‘Rabia’, de Sebastián Cordero, se adaptó al teatro usando como escenario una casa. Foto: Archivo.

En el artículo 114 de la Ley Orgánica de Cultura es declarado como sector económico prioritario para el Estado la producción de bienes y servicios artísticos y culturales.

Flores indica que desde el ministerio se está trabajando en elaborar un plan de fomento para articular con incentivos tributarios, generación de créditos y de asignaciones reembolsables y no reembolsables, la posibilidad de que la gente esté creando constamente y pueda mejorar sus negocios.

Swett, de su lado, afirma que un modelo económico no solo requiere de incentivos sino también que goce de libertad. “Para que la información, creatividad e inventiva florezcan es necesario tener un clima de libertad, una institucionalidad que proteja la innovación”, sostiene.

Propiedad intelectual

Proteger las creaciones de la mente es esencial y hasta decisivo para el futuro, confiesa Swett, quien ejemplifica que la melodía ‘Happy Birthday’, que empezó como ‘Good morning to all’ (1893) escrita por las hermanas Patty y Mildred Hill, tuvo que pasar por un proceso judicial, ahora ya finalizado. Entonces, el especialista sugiere preservar la idea para evitar estas y otras consecuencias.

“La idea hay que cuidarla, pero al mismo tiempo permitir la difusión para que la creatividad tenga resultados», aconseja.

Soto agrega que -por lo general- en la industria cultural se desconoce la manera correcta de comercializar las artes. «Tenemos muchos segmentos como actividades artísticas que no sabemos ponerlas en valor en el mercado”, menciona.

Jóvenes hacen una prueba de sonido como parte de su proyecto en la Universidad de las Artes. Foto: Juana Von Buchwald.

La vicerrectora de la Universidad de las Artes dice que en la institución educativa se trabaja para que los estudiantes generen su propio «capital cultural y económico».

Estas acciones se ejecutarán en el Centro de Innovación que coordinará y articulará acciones para el fomento de emprendimientos culturales y artísticos a nivel nacional.

Sin duda, este modelo de economía se convierte en una oportunidad infinita tanto para el sector productivo como cultural.

FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO (EC)[:]

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