La contracción más profunda en los Estados Unidos (EE.UU.) desde la Gran Depresión se reportó en abril, cuando la actividad casi se detuvo después de que restaurantes, bares, fábricas y más, se cerraran a mediados de marzo para frenar la propagación del Covid-19, reportó el Departamento de Comercio.
Se han eliminado más de cinco años de crecimiento. Con la recuperación vacilante, aumenta la presión para que la Casa Blanca y el Congreso acuerden un segundo paquete de estímulo, informó Reuters.
«Esto es difícil de tragar», dijo Jason Reed, profesor de finanzas en la Facultad de Negocios Mendoza de la Universidad de Notre Dame. “En este momento, la economía de EE.UU. se está acelerando hacia un precipicio fiscal. No solo necesitamos que los estadounidenses tomen medidas serias para prevenir la propagación de la enfermedad, sino que también necesitamos que el Congreso acuerde otro paquete de estímulo y rápidamente».
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la economía de los EE.UU., cayó a un ritmo del 34,6% en el último trimestre.
La inversión empresarial cayó a una tasa del 27%. Se redujo al gastar en equipos, que colapsó a una tasa del 37,7%. La inversión es que el equipo se ha contratado por cinco trimestres consecutivos.
El producto interno bruto (PIB) se derrumbó a una tasa anualizada del 32,9% el último trimestre, la disminución más profunda en la producción desde que el gobierno comenzó a mantener registros en 1947.
La caída del PIB fue más del triple que la caída anterior del 10% en el Q2 de 1958. La economía se contrajo a un ritmo de 5.0% en el Q1. Cayó en recesión en febrero.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado una caída del PIB a una tasa del 34,1% en el trimestre abril-junio.
Aunque la actividad comenzó en mayo, el impulso se ha desacelerado en medio de la explosión de nuevas infecciones, sobre todo en regiones del sur y oeste densamente pobladas, donde las autoridades están cerrando negocios nuevamente y pausando la reapertura. Eso ha atenuado las esperanzas de un fuerte repunte del crecimiento en el Q3.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció el miércoles la desaceleración de la actividad. El banco central de los EE.UU. mantuvo las tasas de interés cercanas a cero y se comprometió a continuar inyectando dinero en la economía.
Los economistas dicen que sin el paquete fiscal histórico de casi US$3 billones, la contracción económica habría sido más profunda. El paquete ofreció ayuda a las compañías para pagar los salarios y les dio a millones de estadounidenses desempleados un suplemento semanal de US$600, que venció el viernes. Muchas compañías han agotado sus préstamos.
La caída del PIB fue más del triple que la caída anterior del 10% en el Q2 de 1958. La economía se contrajo a un ritmo de 5.0% en el Q1. Cayó en recesión en febrero.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado una caída del PIB a una tasa del 34,1% en el trimestre abril-junio.
Aunque la actividad comenzó en mayo, el impulso se ha desacelerado en medio de la explosión de nuevas infecciones, sobre todo en regiones del sur y oeste densamente pobladas, donde las autoridades están cerrando negocios nuevamente y pausando la reapertura. Eso ha atenuado las esperanzas de un fuerte repunte del crecimiento en el Q3.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció el miércoles la desaceleración de la actividad. El banco central de los EE.UU. mantuvo las tasas de interés cercanas a cero y se comprometió a continuar inyectando dinero en la economía.
Los economistas dicen que sin el paquete fiscal histórico de casi US$3 billones, la contracción económica habría sido más profunda. El paquete ofreció ayuda a las compañías para pagar los salarios y les dio a millones de estadounidenses desempleados un suplemento semanal de US$600, que venció el viernes. Muchas compañías han agotado sus préstamos.
FUENTE: Mascontainer.com (Ch)