El banco digital que rompe todos los paradigmas

Nubank crece en México y en Colombia como parte de su plan de expansión internacional y hace temblar a la banca tradicional, tras conseguir una inversión inédita en el sector. Sus perspectivas son promisorias, pero deberá enfrentar una creciente competencia, tanto de viejos actores de la industria financiera como de nuevos.

El banco digital brasilero Nubank logró hace unos días un nuevo hito no solo para la industria fintech, sino tecnológica: el mayor levantamiento de capital privado en tecnología en América Latina: US$ 1.150 millones y casi por sorpresa. 

La ronda de financiamiento serie G que estaba pactada en US$ 400 millones recibió US$ 750 más por parte del fondo que encabeza Warren Buffet, Berkshire Hathaway. La compañía del magnate estadounidense acordó comprar US$ 500 millones en acciones de Nubank, y logró un acuerdo de US$ 250 millones de inversión para la expansión internacional del banco. 

El nuevo financiamiento de capital surge como resultado del crecimiento acelerado y sostenible de Nubank, que ocho años después de su fundación se ha convertido en el banco digital más grande del mundo por número de clientes, habiendo superado la marca de los 40 millones. Su aplicación ha sido descargada más veces que la del resto de los bancos de manera conjunta, según dio a conocer la firma en un comunicado.

“Es una expansión impresionante, creo que vamos a seguir viendo más de estas megarondas en el sector y en la región. La democratización del sector financiero en los países emergentes brinda el escenario perfecto. Hay una saturación en otro tipo de mercados y los inversionistas están volteando a ver a América Latina”, dice Ruth Fox Blader, partner en el fondo de capital de riesgo Anthemis.

Según esta influencer del mundo fintech, lo que ha hecho Nubank es revolucionario. “Compañías como Mozo en el Reino Unido −de los primeros neobancos en el mundo− han sido disruptivos a nivel de eficiencia, pero ningún banco digital había sabido llegar con nuevos servicios a nuevos usuarios no bancarizados, como lo está haciendo Nubank, y lo está haciendo de una manera muy exitosa”, enfatiza.  

Días después de conseguir la inversión histórica, Nubank anunció que la cantante brasileña Anitta se convertía en miembro de la junta directiva de la compañía, una demostración más de que la compañía llegó a romper todos los paradigmas del sector, y de que tiene una conexión especial con sus clientes que trasciende las reglas del márketing. Y es que ya nada sorprende con Nubank; la que era una pequeña startup hace tan solo ocho años, se convirtió en una de las cinco empresas de servicios financieros más valiosas de América Latina con operaciones en Brasil, México y Colombia. Con una valuación de US$ 30.000 millones (US$ 5.000 más que en enero), un crecimiento exponencial que no parece tener techo, y unos de los niveles de satisfacción del cliente más altos del mundo, Nubank parece destinado a redefinir el sistema bancario internacional. 

Los primeros pasos del unicornio

Nubank nació en marzo de 2013 en São Paulo, Brasil, con un capital semilla de US$ 2 millones. David Vélez, un empleado colombiano de la firma de capital de riesgo Sequoia Capital, que apenas pasaba los 30 años y que no hablaba portugués, se dio cuenta a partir de una experiencia personal de que el sistema bancario brasileño estaba roto y se había olvidado del servicio al cliente. Con la inversión de su antiguo empleador y del fondo de venture capital de origen argentino Kaszek Ventures, reclutó a Edward Wible, un ingeniero de software, y a Cristina Junqueira, una ingeniera industrial con una corta experiencia en el sector bancario. 

Un año después, en abril de 2014, se realizaría la primera transacción con una tarjeta de crédito del banco. Y en agosto del mismo año la compañía recibiría US$ 15 millones por parte de los mismos inversionistas en una primera ronda Serie A, cuando se lanzó la tarjeta a nivel nacional. 

La respuesta de los usuarios sorprendió a los analistas y despertó la avidez de los fondos de capital, como Tiger Global, QED y Founders Fund, que se unieron a los anteriores y aseguraron el éxito de las siguientes rondas de financiamiento para que en 2017 Nubank se convirtiera en el primer unicornio brasilero. El modelo inicial que se enfocaba en una tarjeta de crédito con un cupo máximo muy bajo que se iba elevando a partir del buen pago, se extendió a otros servicios bancarios: cuenta corriente, tarjeta débito y préstamo personal. Un claro desafío a los bancos tradicionales. Estos servicios, siempre basados en el servicio al cliente, no han dejado de crecer y hoy Nubank tiene un portafolio de productos a la altura de cualquier banco. 

Nubank tenía cinco millones de clientes en 2019 y ya era considerado el mejor banco de Brasil, según la revista Forbes. Y apenas empezaba su expansión internacional que la pandemia ha ayudado a impulsar de manera exponencial. Hoy con más de 40 millones de clientes (35 millones en Brasil) ha superado las expectativas de los más optimistas. 

Ante semejante crecimiento aumenta el rumor de que el banco digital brasileño está preparando una oferta pública inicial en Nueva York que podría suceder este año. Nubank, sin embargo, se ha negado a comentar específicamente sobre el cronograma o los preparativos para esta OPI que sin duda sería una de las más importantes de la historia para una empresa sudamericana. 

Nubank cerró 2020 con una pérdida neta de US$ 41,9 millones, por debajo de los US$ 56,6 millones del año anterior. Hasta que la empresa se convierta en una empresa pública se podrá contar con todos los datos de su acelerado crecimiento que por ahora se guardan con recelo.

La internacionalización arranca en México y pasa por Colombia

El 7 de mayo de 2019 Nubank arribó a tierras aztecas con el nombre “Nu” y muy pronto se consolidó como una de las instituciones financieras de más rápido crecimiento en la historia del país. Inicialmente llegó con una tarjeta de crédito sin anualidad, manejada íntegramente a través de una aplicación móvil y con un servicio a cliente que la diferencia de los demás bancos. 

En 2020, se recibieron más de un millón y medio de solicitudes de tarjeta de crédito. En el cuarto trimestre las solicitudes crecieron más de un 100%. La mayoría de nuestros clientes llegan a Nu a través de canales orgánicos, gracias a recomendaciones de usuarios, amigos y conocidos”, dice Emilio González, director general de Nubank en México. “Nuestras previsiones iniciales eran prepandemia, después vino la incertidumbre, pero finalmente la realidad superó nuestras expectativas de crecimiento y aumentamos nuestra meta de una manera todavía más agresiva”.

Ante la sorprendente respuesta los primeros días de 2021, se anunció la inversión de US$ 135 millones (US$ 70 millones de inversión directa, US$ 65 millones financiados por JP Morgan, Goldman Sachs y Bank of America). Se trata de la primera inversión de la empresa dedicada en forma exclusiva a las operaciones mexicanas “para contratar más personal, desarrollar tecnología y expandir la base de clientes que crece con rapidez en el país”, dice González. 

Para atender semejante crecimiento el equipo de Nubank ha aumentado en más de un 300% entre marzo de 2020 y marzo de 2021, y se espera que se vuelva a duplicar en lo que queda del año. Su objetivo es ambicioso: ser uno de los tres mayores emisores de nuevas tarjetas de crédito en México al cerrar 2021. Pero casi nadie duda que lo va a lograr. 

En tan corto tiempo el banco brasileño ha logrado alianzas con importantes socios comerciales a través de la figura innovadora de los meses sin intereses que se utiliza en México: Amazon México, PayPal, Zettle by Paypal, Clip, Despegar y Best Day. 

La segunda estación en su plan de crecimiento fue Colombia. Nubank encontró en el país unas condiciones parecidas a las de Brasil cuando nació: un sector bancario controlado por un grupo financiero que controla casi el 80% del mercado con un sistema burocrático con poca atención al consumidor. Nubank arribó en septiembre de 2020 con una tarjeta de crédito sin comisiones y en menos de cuatro meses, más de 250.000 personas se unieron a la lista de espera. 

“Es natural que Nubank haya escogido estos países como proceso de expansión: Colombia Brasil y México lideran la actividad fintech en América Latina, gracias a una regulación más abierta, a una modernización en su infraestructura de conectividad y a una demanda altísima a partir de un proceso de inclusión financiera”, dice Edwin Zácipa, country head de la consultora de open banking Open Vector y un influencer del mundo fintech. Erick Rincón, presidente de Colombia Fintech y de la Alianza Fintech Iberoamerica, está de acuerdo: “Los países que ofrezcan mejores condiciones de seguridad jurídica y operacional en materia fintech serán cabeza de playa para el softlanding de este tipo de empresas. Colombia y México, cada una con su estilo, ha logrado desarrollar sistemas normativos que permiten mejorar las condiciones de adopción de esta industria”.

Se espera que el crecimiento de Nubank en estos países evolucione de la misma manera que lo hizo en Brasil, donde además ya entró en el mercado de las inversiones con la adquisición de la plataforma digital más grande de Brasil, Easynvest. Esa fue la tercera adquisición de Nubank en 2020. La empresa adquirió la consultora tecnológica Plataformatec a principios de 2020 y, más recientemente, la empresa estadounidense de software Cognitect.

“Estamos analizando cuál sería el siguiente mejor producto para México, dado que también queremos dar un paso a la vez para que hagamos bien cada lanzamiento de producto, pero nuestro objetivo en este momento es seguir creciendo en usuarios. Todavía tenemos mucho que crecer en tarjeta de crédito, mejorando nuestros modelos de análisis para decirle sí a más clientes, y seguir creciendo nuestro equipo”, dice Emilio González.

 

El apetito de los fondos

Desde aquella serie A, Nubank no ha parado de sumar inversionistas alrededor del mundo, pero es después la ronda de inversión Serie F, en julio de 2019, cuando el crecimiento de la compañía cambió de acelerado a exponencial. En poco más de un año a partir de ese mes creció de 12 millones a 35 millones de clientes y la lista de pretendientes empezó a crecer y a crecer. “A través de su series G, Nubank construyó una alianza con inversores de capital privado y público reconocidos a nivel mundial que refuerzan su relación con inversionistas actuales”, dijo su director general David Vélez en un comunicado en ese entonces. 

Las palabras de los inversionistas hablan por sí solas. “Buscamos tendencias poderosas y disruptivas que están formando una curva S y luego nos enfocamos en identificar e invertir en los ganadores de esas categorías emergentes. Nubank, con su sólida posición en el mercado, su liderazgo y su cultura, así como una proyección de crecimiento e innovación, encaja perfectamente en ese marco”, dice Alex Sacerdote, fundador y portfolio manager de la gestora de inversiones Whale Rock Capital Management.

“A través de los años, Nubank ha demostrado tener una impresionante habilidad para ejecutar planes ambiciosos con la flexibilidad necesaria para adaptarse a contextos en constante cambio, sin nunca perder el foco en el cliente y su cultura”, asegura Doug Leone, Global managing partner de la firma de capital de riesgo Sequoia Capital, que ha participado en todas las rondas de inversión realizadas por el banco digital, incluida la inversión semilla en 2013. 

No es solo la fachada

“La gente adora el banco. Algo atípico en este sector, pero ellos se han preocupado en conocer profundamente el mercado y a su usuario”, dijo AJ Coyne, gerente de Marketing del banco sueco Klarna para el podcast Fintech insider.

Nubank cuenta con un muy inusual NPS (índice que mide el nivel de satisfacción de los clientes) de 90 puntos, cuando en promedio de la industria financiera en México no supera los 37. Según datos de la compañía, esta es la principal razón de su crecimiento ya que “el 30% de las solicitudes registradas provienen de clientes de Nu que recomiendan el producto con sus círculos cercano”, dice la compañía. 

Según la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), el COVID-19 propició cambios en el comportamiento de los clientes bancarios en América Lantina, donde aumentó la preferencia por entidades financieras digitales. El 57% de los consumidores preferiría la banca por internet, 55% prefería las apps móviles bancarias y 21%, los chatbots que pueden atender las 24 horas del día.

La aparición de los bancos digitales es tan revolucionaria que muchos dicen que podría ser el camino para la bancarización de América Latina. Los neobancos, y el gran impulso que les dio la pandemia, son las instituciones con mayores posibilidades para formalizar y digitalizar las finanzas de millones de personas en una región donde apenas se empieza a hablar sobre el concepto de democracia financiera y digital. 

“Sí veo posible la bancarización de América Latina a partir de los neobancos. Siempre hemos dicho que queremos tener un producto para todos. En Brasil tenemos 35 millones de clientes, más del 15% de la población adulta. No hay razón para pensar que no podamos replicar esto y mucho más en los próximos 19 años en toda la región”, dice Emilio González, director general de Nubank en México. “Los neobancos han sido fundamentales para mejorar sobre todo la experiencia de los clientes y para generar ese ambiente competitivo que tanto necesitaba la prestación de servicios financieros en nuestros países”, coincide Erick Rincón.

La banca tradicional ha tenido que transformarse a una velocidad mucho mayor a la que está acostumbrada ante la llegada de los bancos digitales. Para Carlos Troetsch, presidente Felaban, si bien la cuota de mercado de los nuevos jugadores hoy no es significativa, su dinamismo permite inferir que su relevancia no será menor durante los próximos años.

“Nubank ha desafiado la banca tradicional en Brasil a partir de una propuesta de valor basada en tecnología, en un país con una inclusión financiera muy baja. Es natural pensar de que va a pasar lo mismo en el resto de la región, donde las condiciones son parecidas” dice Edwin Zácipa, de Open Vector. 

La reacción de los bancos tradicionales ha sido lenta, muy acorde con su naturaleza, pero se empieza a dar. “Se empieza a desarrollar la fintegración, es decir, la integración entre bancos y startups basada en tres modelos: la creación de fintechs corporativas por parte de los bancos, a veces neo bancos con ofertas diferentes a las tradicionales. Segundo, otorgando licencias de infraestructura marca over the top a marcas no financieras, o no digitales para que formen sus servicios financieros digitales como el caso de Rappi, que tiene muchos aliados entre la banca tradicional. Y por último, los bancos empiezan a invertir en otros bancos digitales –como el caso de JP Morgan que compró el banco C6 en Brasil, [uno de los bancos digitales con mayor crecimiento del país y ya cuenta con siete millones de clientes en tan solo dos años de operaciones, una competencia directa para Nubank]–. 

A pesar de ser uno de los primeros neobancos regionales y de mayor crecimiento, Nubank enfrenta también una creciente competencia fintech. En México Banregio creó Hey Banco! hace unos meses, un neobanco independiente. Santander hizo un par de compras de fintech y Banorte anunció la creación de un banco digital independiente que todavía no tiene nombre. “Queremos ser el número uno en banca digital para 2023 y para no errarle, vamos a estar en todos los mercados, en todas las fiestas”, dijo Marcos Ramírez Miguel, su director general, en la 84 Convención Bancaria. 

El crecimiento de Nubank seguramente se va a ralentizar en los próximos años a causa de la nueva competencia y de la reacción de la banca tradicional, sin embargo, no hay duda de que el sector habrá cambiado para siempre. “Creo que el cambio es muy profundo”, dice Erick Rincón, presidente de Colombia Fintech y de la Alianza Fintech Iberoamerica. “No se trata de los bancos digitales solamente, sino de una revolución en la prestación de servicios financieros. En ese sentido, muchas de las categorías que conocemos, van a cambiar. Hablaremos en adelante del desarrollo de entidades o empresas que desarrollan licencias por fases o por etapas, veremos más de ello en los Sandbox regulatorios y seguramente aparecerán nuevas posibilidades de intermediación financiera”.

Hace unos días se anunció algo atípico en la región pero que a la vista de muchos analistas será una constante en el futuro cercano: una fintech compró un banco. Finterra anunció la adquisición de Banco Finterra en una operación que inició hace dos años y se cerró en US$ 50 millones. Un movimiento nunca visto en América Latina, y que se ha visto pocas veces en otras partes del mundo: la adquisición de Radius Bank por la fintech Lendingclub en 2019 en Estados Unidos fue la primera operación de este tipo. 

La regulación, uno de los grandes obstáculos para el crecimiento del sector fintech en la región, por otro lado, no lo es tanto para los bancos digitales. “Si uno quiere crear un banco digital hoy hay un marco regulatorio propicio para desarrollarlo sin una nueva ley de bancos digitales. La regulación que hoy existe para bancos tradicionales es compatible y se puede homologar para un banco digital. Hay cambios en todas las jurisdicciones que permiten que las tecnologías 4.0 se apliquen a los servicios financieros. Ya es más fácil y no hay barreras regulatorias”, dice Zácipa.

“Los bancos que han desarrollado competencias o capacidades tecnológicas han logrado incluso desarrollar servicios fintech de manera interna”, dice Rincón. “Creo que vamos a ver más la migración de los bancos con mejor performance en tecnologías de la información hacia un modelo híbrido o incluso completamente digital. Otros bancos que no han desarrollado esas competencias de innovación, creo que si pueden estar en problemas. Fintech en general, ha movilizado la competencia y ha provocado un importante movimiento al interior de incumbentes tradicionales que han tenido impacto en la experiencia del cliente”, añade. 

Brasil sigue siendo el principal hub del neobanking en Latinoamérica; allí funcionan 19 neobancos y están los dos más grandes: Nubank y Neón. Argentina es el segundo mercado de neobancos más grande con cinco grandes actores donde destacan Ualá y Mercadopago. México, por su parte, tiene tres bancos entre los 10 más grandes: Albo, Broxel y Cuenca. Colombia tiene el tercer neobanco más grande de la región con Rappipay. 

Los 10 principales bancos digitales representan más del 90% de todos los clientes de los neobancos en América Latina. Los jugadores de países más grandes como Brasil y México se están expandiendo a países más pequeños y están capturando una mayor participación de mercado. 

Los ojos de los inversionistas, en consecuencia, están puestos en este tipo de bancos después de la operación de Buffet quien se ha caracterizado por no invertir en empresas de tecnología. “Sería muy interesante si Nubank llega a Estados Unidos. Hay una gran población latina no bancarizada”, dice Natasha Jones, de Octupus Venture para el podcast de Fintech Insider, dándole otra lectura a la reciente inversión de Buffet. 

“Si alguien sabe de bancos, es Warren Buffett”, dijo David Vélez después de recibir la inversión de Berkshire Hathaway. El movimiento que todavía tiene sorprendidos a muchos analistas parece presagiar que ha empezado una profunda transformación del sistema bancario internacional a partir del sueño que tuvo un millenial colombiano en Brasil hace apenas ocho años. 

FUENTE: AMÉRICA ECONOMÍA 

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