Acuerdo ministerial habilitaría a flota pesquera ecuatoriana a pesca de calamar gigante

Los preparativos en el marco legal, para que la flota pesquera ecuatoriana esté habilitada para iniciar la pesca de calamares gigantes con el fin de vender ese producto a China están en marcha y se proyecta la expedición de un acuerdo ministerial que autorice un cupo de pesca para esa especie, cuya publicación no pasaría de octubre próximo.

Esto, después de que el canciller Luis Gallegos sugiriera a los sectores productivos esta alternativa.

“Yo he sugerido a los sectores productivos con los que me he reunido que nosotros lo pesquemos (calamares gigantes) y se lo vendamos a ellos (China)”, sostuvo Gallegos en una entrevista con EL UNIVERSO, y además aseguró que existe interés en la industria ecuatoriana y también mercado para explotar.

Según cifras de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), Ecuador exporta al año $ 1.600 millones en diferentes productos pesqueros, de los cuales el 85 % es atún, y genera más de 200 000 plazas de empleo entre la industria y artesanales.

Guillermo Morán, director de Tuna Conservation Group (Tunacons), que agrupa a Negocios Industriales Real (Nirsa), Eurofish, Grupo Jadran, Servigrup y Trimarine, indica que este acuerdo ministerial permitirá regular y generar la posibilidad de que armadores puedan desarrollar la pesca de calamar en altamar.

Los preparativos, por lo menos en el marco legal, para que la flota pesquera ecuatoriana esté habilitada para iniciar la pesca de calamares gigantes con el fin de vender ese producto a China están en marcha y se proyecta la expedición de un acuerdo ministerial que autorice un cupo de pesca para esa especie, cuya publicación no pasaría de octubre próximo.

Esto, después de que el canciller Luis Gallegos sugiriera a los sectores productivos esta alternativa.

“Yo he sugerido a los sectores productivos con los que me he reunido que nosotros lo pesquemos (calamares gigantes) y se lo vendamos a ellos (China)”, sostuvo Gallegos en una entrevista con EL UNIVERSO, y además aseguró que existe interés en la industria ecuatoriana y también mercado para explotar.

Según cifras de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), Ecuador exporta al año $ 1.600 millones en diferentes productos pesqueros, de los cuales el 85 % es atún, y genera más de 200 000 plazas de empleo entre la industria y artesanales.

Guillermo Morán, director de Tuna Conservation Group (Tunacons), que agrupa a Negocios Industriales Real (Nirsa), Eurofish, Grupo Jadran, Servigrup y Trimarine, indica que este acuerdo ministerial permitirá regular y generar la posibilidad de que armadores puedan desarrollar la pesca de calamar en altamar.

Sin embargo, ¿qué tan factible es que la flota pesquera ecuatoriana se adapte a este nuevo arte de pesca y cuánta inversión sería necesaria para esto?

Morán ve dos alternativas. Una es adaptar o modificar cierta parte de la flota que tenga capacidad ociosa que no se usa para el atún, para hacer una pesquería polivalente o hacer barcos nuevos, ambas generarían costos de inversión.

“Esto ya existe en Perú, hacen pesca de dorado en una temporada y esos mismos barcos hacen pesca de calamar gigante en otra época del año”, menciona como ejemplo el director de Tunacons, quien señala que la segunda opción es lograr una asociatividad entre barcos pesqueros extranjeros y la industria nacional.

Explica que esta asociatividad consistiría en que el producto que es pescado por estas flotas extranjeras: chinas, coreanas, taiwaneses, entre otras, pueda ser procesado en las plantas ecuatorianas.

“Lo que sea capturado en altamar, en vez de hacer transbordo, lo pueden venir a dejar a un puerto a las plantas procesadoras ecuatorianas, nosotros tenemos una capacidad instalada para productos del mar muy grandes”, asegura Morán, quien expresa que con este modelo se generarían atracción de inversión y nuevas fuentes de trabajo.

Añade que a diferencia de modificar embarcaciones para pescar calamares gigantes, el marco legal para las asociatividades con flotas extranjeras ya existe en la Ley de Pesca y Acuacultura, y se puede ejercer inmediatamente.

En tanto, Bruno Leone, presidente de la CNP, indica que fueron los sectores productivos los que solicitaron a la autoridad que se desarrolle la normativa para permitir la pesca del calamar.

“La idea es que a partir de la normativa haya gente interesada que pueda pensar reconformar barcos o traer algún barco para pescar ese recurso”, explica el dirigente pesquero, quien señala que la flota ecuatoriana atunera tiene 115 embarcaciones y sumando a los barcos de pelágicos pequeños y otras naves llegan a 569.

Sin embargo, esas 115 embarcaciones que representan el 85 % de la pesca total del país son barcos de entre 38 y 40 años que ya están al término de su vida útil, reconoció Leone, y señaló que la Cámara lanzó hace dos años un programa de renovación de flota que despertó el interés de astilleros en España, Corea, China y otros lugares para dar ese servicio.

Aunque el problema es el financiamiento, pues el costo de un barco típico es de alrededor de $ 29 millones (25 millones de euros) y $ 34 millones (30 millones de euros).

“No es fácil, nadie tiene 30 millones guardados en la chequera o en la cuenta del banco, se necesita financiamiento adecuado con plazos adecuados, eso no se ha podido conseguir lamentablemente”, sostiene Leone, y sobre el calamar indica que también representaría una inversión en barcos de ese tipo, que de segunda mano costarían entre $ 7 millones y $ 8 millones.

Esto, porque los barcos con los que cuenta la flota pesquera ecuatoriana, tanto los cerqueros para el atún como para pelágicos pequeños, no sirven para el calamar, pues las artes de pesca son diferentes, asegura Leone, quien añade que el calamar es un recurso de aguas frías que llega a nuestras aguas entre julio, agosto y septiembre.

Por su parte, Roberto Aguirre Román, presidente ejecutivo de Nirsa, no descarta la posibilidad de incursionar en la pesca de este recurso.

“Nos parece acertado que la industria pesquera ecuatoriana invierta en la pesca de calamares gigantes, en los mares de aguas internacionales del Pacífico Oriental, no solamente frente a Ecuador, sino también frente a aguas de otros países”, manifiesta el empresario, quien citó el caso de Perú, que tiene una fuerte exportación de calamar gigante, que se dirige al mercado de la Unión Europea.

“Si China envía su flota a aguas distantes, como las del Pacífico Oriental, quiere decir que es un buen negocio, entonces por qué no hacerlo los ecuatorianos, es preferible que lo hagan las compañías de nuestro país”, añade Aguirre, quien sin embargo considera que se debe verificar la viabilidad de los recursos y realizar un estudio económico de los costos de captura y los mercados alternos donde se pueda colocar este calamar, ya sea en China, Europa o Estados Unidos.

FUENTE: EL UNIVERSO (EC)

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