La producción de plátano, uno de los pilares fundamentales de la canasta básica y de la economía rural del Ecuador, atraviesa una de sus crisis más delicadas en años.
Productores, representantes gremiales y exportadores coinciden en que una combinación de factores climáticos, sanitarios y económicos ha provocado una reducción alarmante en la oferta, lo que ha derivado en altos precios en supermercados y mercados locales, además de complicaciones para cumplir con compromisos internacionales de exportación.
Eduardo Manrique, director ejecutivo de ASOEXPLA, indicó que la producción platanera cayó y que el año 2025 ha sido “atípico” en cuanto a productividad. “Se juntaron factores climáticos como lluvias intensas, vientos, inundaciones, y enfermedades como el moko y la sigatoka, que afectan sobre todo a los pequeños productores, quienes no siempre cuentan con los insumos ni las condiciones para un adecuado manejo agronómico”, explicó.
A ello se suma la alta demanda tanto interna como externa, que supera ampliamente la limitada oferta. “El consumo interno es altísimo: hablamos de 40 kilos per cápita al año. Se consume más del 70 % de la producción, y sólo el 30 % se exporta”, destacó Manrique. “Hoy hay mercado, hay demanda… pero no hay plátano”, enfatizó.
Por su parte, Luis Góngora, dirigente platanero y representante gremial, uno de los factores es el cambio de cultivo que muchos productores están realizando hacia el cacao, motivados por los altos precios internacionales de este producto. “Muchos tumbaron las plantaciones de plátano para sembrar cacao. Otros, simplemente no resembraron, y eso ha hecho que la fruta esté escasa”, afirmó. Además, señaló que la enfermedad del moko “se ha disparado” en algunas zonas.
Señaló que en algunos casos la caja de 70 libras ha llegado hasta los USD 14, especialmente en presentaciones procesadas como el plátano verde para fritura. Esta situación también ha encarecido el precio al consumidor final, lo que impacta directamente en la canasta básica familiar.
En Manabí, donde se concentra buena parte de la producción nacional, la situación es similar. Néstor, productor del cantón El Carmen, explicó que los efectos de la sequía de 2024 aún se sienten, y que las primeras lluvias de este año causaron caída de frutos, afectando la producción inicial. “Ahora los precios están ayudando un poco a invertir nuevamente, pero hay mucha escasez. Y si el productor no fertiliza ni resiembra, el problema se agrava”, advirtió.
Añadio que el Plátano de exportación tipo A se paga hasta USD 15 por caja, el Tipo B: alrededor de USD 12 y el Rechazo para mercado nacional: entre USD 10 y 12, dependiendo de la calidad.
El plátano: clave para la alimentación y economía nacional
La crisis actual no solo afecta a exportadores, sino también a los hogares ecuatorianos. “El plátano es parte de la soberanía alimentaria. Es la segunda fuente de carbohidratos en la mesa ecuatoriana después del arroz”, recordó Manrique. Su importancia trasciende lo económico: es parte esencial de la dieta diaria, especialmente en zonas rurales y urbanas de bajos ingresos.
Frente a esta situación, ASOEXPLA y otros actores del sector están impulsando un “plan B” que incluye trabajo directo con productores para mejorar la productividad, brindar insumos, incentivos y asistencia técnica. No obstante, el llamado es claro: se necesita una intervención conjunta del sector público y privado, con levantamientos técnicos, planificación y políticas agrícolas que prioricen al plátano como cultivo estratégico.
“La problemática no se resolverá de la noche a la mañana. Estamos en un punto crítico que requiere acción coordinada. Si no se toman decisiones estructurales, el desabastecimiento continuará y se agravará”, concluyó Manrique.
Fuente: El Productor