ECUADOR: Mango, el más afectado por aranceles y tarifas

La campaña de cosecha de mango en Ecuador está por comenzar, pero las condiciones climáticas y los desafíos comerciales anticipan una temporada compleja para el sector. Así lo indicó Bernardo Malo, presidente de la Fundación Mango del Ecuador, en un diálogo con Diario El Productor, donde ofreció un análisis técnico y comercial del escenario actual de la fruta.

“La campaña 2025 se viene tarde y con un porcentaje menor de producción que todavía está por ser cuantificada”, señaló Malo. Explicó que las condiciones climáticas erráticas han marcado las últimas temporadas, y en particular, esta ha estado influenciada por un invierno con lluvias intensas y prolongadas, lo que ha afectado los procesos de floración e inducido un retraso en la curva de producción.

Tras un 2023 marcado por el fenómeno de El Niño, con bajos rendimientos, y un 2024 con una cosecha récord, se espera este año una alternancia natural en el volumen, lo que significa una reducción parcial de la producción, aunque aún no se puede determinar con exactitud cuánto será.

Cumplimiento de compromisos y costos
A pesar de esta disminución, Malo considera que se podrá cumplir razonablemente con los compromisos internacionales, aunque advirtió que los costos y las condiciones comerciales actuales son desfavorables para el mango ecuatoriano, especialmente en el mercado estadounidense, su principal destino.

“El mango es el producto más afectado entre los agrícolas ecuatorianos”, afirmó. “Tiene arancel y también una tarifa que lo hace menos competitivo”. Detalló que, desde 2021, el mango paga en EE.UU. 6,6 centavos por kilo de arancel, lo que equivale a 26,4 centavos por caja exportada. A esto se suma la tarifa arancelaria del 15%, impuesta de forma general a productos ecuatorianos, lo que complica aún más los márgenes de ganancia para un cultivo de alta inversión.

El problema se agrava por la alta concentración del mango ecuatoriano en el mercado estadounidense, que representa cerca del 95% de las exportaciones, debido a que las variedades cultivadas en el país son demandadas casi exclusivamente en ese destino.

“No es que no queramos diversificar, es que las variedades que se nos dan bien aquí son las que exige ese mercado”, explicó Malo.

Mercado coreano y áreas de siembra
Sobre la apertura del mercado surcoreano, Bernardo Malo reconoció avances importantes, como el convenio fitosanitario y el tratado de libre comercio, pero aclaró que el acceso no es inmediato. “El arancel aún es alto y la desgravación será gradual”, dijo. En ese contexto, Ecuador compite en desventaja con países como Perú, que ya cuenta con arancel cero en Corea desde hace varios años.

Respecto a las áreas sembradas, el titular de la Fundación Mango del Ecuador indicó que no han disminuido, e incluso han crecido ligeramente. Sin embargo, advirtió que el sector es consciente de que cualquier expansión debe estar alineada con la demanda internacional para evitar caídas de precio.

“El mango es muy sensible a las leyes de oferta y demanda. La oferta tiene que crecer en función de la demanda, de lo contrario los precios sufren y no son sostenibles para la producción”, comentó. Además, recalcó que Ecuador enfrenta mayores costos de producción que sus competidores regionales, como Perú, lo que obliga al país a ser más estratégico en su crecimiento.

Con un panorama mixto —entre menor volumen, retraso en la cosecha, y desafíos comerciales— el sector se prepara para una campaña 2025 que, aunque no tan crítica como la de 2023, exigirá eficiencia, planificación y apertura a nuevos mercados, argumento.

Fuente: El Productor

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