En un acto sin precedentes en la historia del agro nacional, la Asociación de la Producción y Comercialización de Insumos Agropecuarios (Apcsa) rindió un merecido homenaje a quienes han dedicado su vida entera al desarrollo del campo ecuatoriano. Investigadores, técnicos, asesores, profesionales, ex ministros y visionarios del sector agropecuario fueron reconocidos por su invaluable labor al servicio del país.

El evento tuvo lugar este martes en Guayaquil y estuvo cargado de emoción, historia y gratitud. Por primera vez, se otorgó un reconocimiento especial a aquellos hombres y mujeres que han sido pieza importante en la transformación del agro ecuatoriano, aportando desde la investigación, la innovación tecnológica, la transferencia de conocimiento, la asistencia técnica y el desarrollo de productos para la productividad y sostenibilidad del campo.

Victor Hugo Quimi, presidente de Apcsa, lideró este acto de reconocimiento y evocó con orgullo más de 45 años de trayectoria gremial y de compromiso con el país. Recordó con emoción los inicios de la Asociación de Importadores y Fabricantes de Insumos Agrícolas (AIFA) en los años 80, como un punto de partida para lo que hoy representa Apcsa: una fuerza colectiva comprometida con alimentar no solo a Ecuador, sino también al mundo.

“Siempre se homenajea al gran productor, al exportador, al dueño de hacienda, pero pocas veces al ingeniero agrónomo, al técnico, al profesional que trabaja a diario con el productor. Hoy quisimos cambiar eso, porque su trabajo merece visibilidad, respeto y aplauso”, expresó Quimi durante su intervención.

Con un discurso lleno de anécdotas y gratitud, destacó la grandeza de los más de 900 profesionales que han hecho del agro su vocación, investigando, transfiriendo tecnología, facilitando crédito, acompañando cosechas y fortaleciendo al pequeño y gran productor con su conocimiento.

La inspiración para este homenaje, contó Quimi, surgió años atrás gracias al impulso de colegas y líderes de empresas pioneras como Camposa, Ecuaquímica, Agripac, entre otras, quienes vislumbraron la necesidad de fortalecer y reconocer el valor humano detrás de cada avance agropecuario.

“Antes de terminar mi periodo como presidente de Apcsa, sentí que tenía una deuda con quienes han sido maestros, guías y compañeros en esta larga travesía. Hoy me abrazo con ellos, porque todos hemos trabajado por el mismo sueño: la grandeza agrícola del Ecuador”, concluyó.

El homenaje, más allá de las distinciones, fue una oportunidad para reencontrarse, agradecer y reivindicar la importancia del conocimiento, la ética y el compromiso en el desarrollo rural del país.

Desde el campo hasta el laboratorio, desde la finca hasta el escritorio técnico, Ecuador avanza gracias a quienes han entregado su vida al agro. Este homenaje es para ellos, hay que indicar que también fueron entregadas placas a los familiares de quienes ya no están pero que hicieron parte activa de este desarrollo.

Fuente: El Productor